En las últimas entradas, el blog se ha desviado de una forma indecente hacia la sección Dulce y eso no puede ser. Así que hoy pondremos remedio con una rica receta salada, sabrosa y libre de grasas. Más que perfecta para la operación: Cierra la boca bonita . . . que ya es hora, en la que me encuentro inmersa en estos momentos.
Aunque desayuno bien antes de salir de casa, a media mañana tengo que comer algo o desfallezco. Así que siempre llevo a la oficina un pequeño bocadillo, tortilla, o sandwich. Pero claro, tengo que elegir bien los rellenos, para que resulten apetitosos a la vez que de textura seca, para no llegar a mancharme o que se produzca alguna fuga de jugos inesperados y lo ponga todo perdido.
No es tan sencillo, te lo aseguro, porque muchos de estos bocadillos los preparo en casa y trancurridas unas horas, no están ricos. Si pones mucha verdura, bien sea lechuga o tomate, se moja el pan y aquello no hay por dónde meterle mano, menudo amasijo se forma. Y si todo es relleno magro, resulta difícil de tragar el engrudo. En fin, que vueltas le doy un rato, tanto que en casa me dicen que soy una maniática con el tema.
- "Pues come fiambre y ya está, qué complicada eres a veces mamá" . . . y tienen razón por un lado, pero por otra parte, me aburre ese relleno. Además, leyendo las etiquetas de la mayoría de ellos, te puedes echar las manos a la cabeza del susto ¿ a tí también te pasa ? no es que una sea una integrista de la alimentación, pero marranadas llevan a tutiplen, y lo mejor es que no hacen falta, bueno si, para abaratar el producto y tener más ganancias comerciales.
En esas estaba cuando recordé el tiempo que hacía que no preparaba una buena galantina, para poder cortar en finas lonchas y meterla en el pan. Además tenía que aprovechar pollo molido que había comprado el día anterior y se me olvidó mezclarlo con el cerdo para preparar las hamburguesas del sábado. Como el lema en casa es: aquí no se tira nada, me puse manos a la obra.
Por supuesto la galantina de hoy es la del camino corto, porque la verdadera es un trabajazo impresionante que recuerdo de niña cada vez que la preparaba mi tía, se llevaba dos días para terminar aquél plato, de lujo eso si. Pero que por falta de tiempo y paciencia hoy no estoy dispuesta a repetir aquél proceso tan tedioso.
400 grs Pollo molido
60 grs Pimiento rojo
50 grs Zanahoria
3 Guindillas en vinagre
Sal marina al gusto
1/4 cta. Pimentón dulce
1/4 Pimienta negra molida
1 Rebanada de pan
Una poca leche para remojar el pan
1 Huevo para la mezcla
1 Huevo cocido
- Lavamos las verduras y secamos bien. Troceamos muy pequeñas.
- Cocemos el huevo durante diez minutos, sacamos y reservamos. Aunque veas dos, solo utilicé uno para el relleno.
- En un cuenco amplio pondremos la carne molida y añadimos las especias (pimienta negra, pimentón dulce) junto al huevo y la sal marina.
- La rebanada de pan, la cortamos en trozos pequeños y también la añadimos.
- Mezclamos bien el conjunto.
- Encima de la mesa de trabajo, cortamos un trozo grande de papel transparente de cocina.
- Volcamos la mezcla de carne y le damos forma rectangular.
- El huevo lo disponemos en cuartos sobre la carne extendida.
- Enrollamos dando vueltas sobre la mesa como si fuese un caramelo.
- Volvemos a cortar otro trozo grande de papel film.
- Y volvemos a enrollarlo, dando vueltas sobre la mesa.
- Anudamos ambos extremos. Queremos preservarlo, para que no pueda entrar agua en el interior.
- En un caldero donde quede ajustado, añadimos agua hasta cubrirlo. Llevamos al fuego y dejaremos cocer unos cuarenta y cinco minutos.
- Si a media cocción, el agua irá reduciendo, revisa y completa para que le cubra con más agua caliente.
- Quitar el plástico que la recubre y dejar que enfríe completamente. En el frígo la carne se compacta más.
- Una vez fría, ya la puedes cortar del grosor que más te guste.
- Emplatar y servir.
Más fácil imposible y bien rica que está.
Me encanta hacerla por lo jugosa que queda y porque además no tiene grasa alguna.
Perfecta para un picoteo, sobre pan tostado y mayonesa o relleno de bocadillos.
Y a tí ¿cómo te apetece?
Esto es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Espero que hasta entonces, seas feliz.