Así rezaba una adivinanza de mis libros de lectura infantil, y hay cosas que se te quedan grabadas a fuego por mucho tiempo que pase. Por supuesto la respuesta era la lechuga, pero no la miro con los mismos ojos de mi infancia, le encuentro muchas más alternativas culinarias y no sólo formando parte de ensaladas.
Crudas y aliñadas, son la forma más habitual de consumirlas. Pero hace años, hice una receta de sopa de lechuga siguiendo la receta de una revista, y oye, me sorprendió tanto que la repetí durante una temporada. Ahí me di cuenta que esta verdura tenía amplias posibilidades si se cocinaba. Después esa sopa cayó en el olvido y nunca más, pero eso me pasa con muchísimos platos, que de repente me da por hacerlos hasta que a los de casa les salen por las orejas, y un buen día de un plumazo, los destierro para dar paso a otros nuevos.
Esta receta {bueno receta-receta no es, más bien idea, dejémoslo así} la empecé a hacer en una ocasión que tenía una bandeja de cogollos en el frigo, casi eran de la familia de tanto tiempo que llevaban, y dándose la circunstancia que llevaba semanas visitando al dentista y no podía masticar alimentos muy crujientes ni duros, se me ocurrió hacerlas a la plancha para ver qué tal quedaban. Siento no tener un motivo más glamuroso, pero la verdad es la que es.
Desde entonces casi siempre compro cogollos para prepararlos igual. Bueno, en Verano, es cierto que los parto en cuartos y los aliño coronándolos con atún escurrido o alguna anchoa, que es lo más típico, simple y conocido por todas.
Anda, dale una oportunidad.
Estoy segura que te sorprenderás.
Estoy segura que te sorprenderás.
1 Cogollo por persona
2 Cdas de Aceite virgen para asarlas
VINAGRETA:
VINAGRETA:
1 cta Mostaza suave
Chorretón de Aceite de oliva virgen extra
Chorretón de Vinagre
2 ctas de Alcaparras
Sal Marina
- Eliminamos las hojas externas que estén estropeadas. Lavamos bien y sacudimos para secar.
- Partimos por la mitad.
- En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y cuando esté templado, colocamos los cogollos por la parte plana, es decir por donde lo hemos partido.
- A fuego bajo, los dejamos dos o tres minutos hasta que veamos que están ligeramente tostados. Sólo se cocinan por un lado para que no pierda el crujiente totalmente.
- Mientras se tuestan los cogollos, preparamos la vinagreta: pondremos la mostaza, el aceite y el vinagre, batimos bien con un tenedor y por último agregamos las alcaparras.
- Hay que comerlos calientes, así que emplatamos y llevamos junto a la vinagreta para que cada comensal se la aliñe al gusto. No añado sal, porque las alcaparras ya aportan bastante,
Y ya está, no hay más historias.
Un acompañamiento estupendo o primer plato ligero.
Un acompañamiento estupendo o primer plato ligero.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz o al menos, inténtalo.