6 de noviembre de 2017

Ñoquis de Zanahoria & Harina de Garbanzos

           
      


Ahora si que es cierto que llegó el Otoño. Se caen Las hojas de los árboles, hace frío cuando amanece y baja el sol, hay menos horas de luz . . . y llegan los puñeteros resfriados.

Estoy en pleno proceso: con la nariz cual hermoso rabanito, los ojos llorosos como la que presencia  una escena sensiblona; y de lozanía ni hablamos. Voy arrastrándome literalmente por las esquinas sin fuerzas, como si hubiera tenido una noche de fiesta y resaca . . . pero sin salir de casa. Así que ¡¡ Bienvenido Otoño !!, me encanta que te hagas notar, pero podías haber pasado una vez más de largo con este regalo tan innecesario.

Si de forma natural duermo poco, en cuanto tengo algún impedimento extra como el no respirar bien o la tos de perro, mis horas de sueño se reducen considerablemente. Así que si un Domingo cualquiera me cunde el doble que al resto de la familia, con estas condiciones puntuales, ni te cuento. Cuando se levantan a desayunar, he hecho pan, tomado café, preparado algunos almuerzos para la semana, formado las hamburguesas domingueras, leído tres periódicos y parte de alguna novela, amén de tomarme con ellos el re-desayuno porque vuelvo a tener algo de hambre y beberme la segunda taza de café con leche.

                

Hoy tenía ganas de ñoquis, pero quería probar los de zanahorias, que todavía no habían caído. Normalmente los hago cuando dos de mis hijos vienen a comer porque les encantan y así nos ponemos las botas con alegría. En esta ocasión, uno se había ido a pescar temprano y la otra me miró con cara de: -"No fastidies mamá, de zanahoria te los comes tú solita". Y eso hice, mientras los demás le daban a las hamburguesas que les había prometido hacía semanas.

Me han resultado más fáciles de lo que pensaba. Creía que la dificultad era mayor que hacer los clásicos de papa. Son muy ligeros de sabor, nada pesados, y de color no te digo nada porque no hay más que verlos; divinos de verdad. Los ñoquis tienen tanta personalidad, que no me gusta bañarlos en exceso y sumergirlos en salsas. Es más, casi siempre repito la misma y la hago a la par que los formo. Me encanta cómo le queda la Arrabiatta, y si no la has probado, te invito a que no tardes, más o menos picante según gustos pero riquísima.

  

Nos ponemos el delantal y empezamos
¿Te parece?


 {3 Raciones de humanos comilones}


300 grs Zanahorias (pesadas en crudo)
300 grs Harina de Garbanzos
1 cta Comino molido
1 Huevo L
Sal marina fina
1 Cda Aceite Girasol
Salsa Arrabiatta (receta AQUÍ)
Queso rallado al gusto (Grana Padano en mi caso)







- Lavamos, pelamos y quitamos las puntas y cabos de las zanahorias.
- Las cortamos en rodajas, y ponemos en un cuenco amplio con dos cucharadas de agua.
- Tapamos y cocemos en el micro durante diez minutos.
- Una vez cocidas, escurrimos en un colador para eliminar líquidos.

- Todavía templadas, aplastas con un tenedor o con la batidora.
- Añade el comino molido y parte de la harina. Depende de la cantidad de agua que tengan las zanahorias, igual no necesitas añadir toda la harina indicada en la receta.

- Agregamos la sal y el huevo.
- Seguimos mezclando con las manos y añadiendo harina según nos vaya haciendo falta. La masa es algo pegajosa de todas formas.

- Enharinamos bien la encimera, volcamos la masa.
- Vamos cortando porciones, pasándolas por harina y formando churros hasta terminar.

- Cortamos en pequeñas porciones, y una vez todos cortados es hora de sacar la ñoquera. Empieza lo más divertido.

- Enharinamos la ñoquera.
- Pondremos una pieza de masa, la hacemos rodar con el dedo, y listo el ñoqui.
- Queda perfecto, hueco por dentro y acanalado, para que la salsa "se agarre" bien.

- Ya lo tenemos formado ¿no es precioso?
- Haremos lo mismo hasta terminar con las piezas cortadas.
- Pondremos un caldero profundo con abundante agua y un poco de sal marina.

- Cuando rompa a hervir el agua, añadimos los ñoquis por tandas.
- Al principio se hundirán, minutos después salen flotando a la superficie.

- En cuanto floten, es el momento de sacarlos.
- Ve dejándolos en una bandeja.
- Añade una cucharada de aceite de girasol (el sabor es más neutro que el de oliva) y remueve para que no se peguen entre ellos.


- Podemos montar el plato como nos apetezca: salsa, ñoquis, queso rallado y a comer.



Y aquí te dejo un primer plano . . . para darte envidia de la buena.



Esto es todo por hoy.
Nos vemos en unos días, con más salud que hoy (nota dramática la mía).
Hasta entonces, espero que seas feliz.