23 de octubre de 2017

Flores de Pan



Casi todas practicamos una cocina de temporada ¿verdad?

No es lógico sacar a paseo en el blog, una mermelada de cerezas en pleno mes de Diciembre, porque no encontraríamos esta fruta. Con las verduras y hortalizas ocurre exactamente igual, nos atenemos al mercado; y si puede ser kilómetro cero, mejor que mejor.

Pues bien, aún estamos guardando los trajes de baño, observando las primeras hojas de los árboles caer y catapúmmm . . . ya he visto en algún que otro blog, recetas para Navidad. Que digo yo, eso es correr y ríete tú del conejo de Alicia, la del país de las Maravillas. Cuando veo esas recetas fuera de temporada, me entra un poco de ansiedad, y pienso que o yo soy lenta, muy lentaaaa y ralentizo la época en la que vivo o por el contrario el personal va a toda leche, cuesta abajo y sin frenos. ¿Para qué correr tanto?

     


Me lo voy a tomar con calma, y aunque es mejor ser un poco previsora y sé que algunos productos comprados con tiempo tienen mejor precio que si esperamos al último momento, voy a intentar "disfrutar" de varios de los dulces típicos, pero de las fechas que se avecinan. Que no es Navidad precisamente, sino la de Todos los Santos. Este año pienso hacer Panellets de piñones y si me da tiempo, también los Buñuelos que tanto me gustan. Este Sábado pasado estuve asando Batatas con azúcar y canela, y los Huesos de santo los dejaré para otro año, que tampoco es cuestión de ir por la vida rodando. Las recetas de Navidad, para un poquito más adelante, que no tengo tanta prisa.

Y hablando de prisas, estos panecillos son para amasarlos por la mañana y comértelos en la merienda, así que hoy todo hay que tomárselo con calma por aquí. Es una masa que necesita su tiempo para levar poco a poco, y que con el té o café de la tarde; y un poquito de mermelada o chocolate, estánnnnn para repetir. Me gusta tanto la forma que tienen que oye, parecen hasta especiales. No son difíciles, pero para principiantes tampoco, porque la masa se pega a ti como un blandiblú y te puedes asustar pensando que te has quedado atrapada, pero no, poco a poco y dándole marcha, recuperas las manos casi limpias como si aquí no hubiera pasado nada.

¿Te animas?







{Para 12 flores}

340 grs Harina de trigo + 10 grs de gluten ó
350 gr Harina de Fuerza
5 Cdas Azúcar Abedul (75 grs)
Pizca Sal marina
1 y 1/2 cta de Levadura seca de panadero
3/4 Taza Leche tibia (180 grs)
1 Huevo
2 Cdas Aceite girasol ó 3 Cdas Mantequilla
Aceite para engrasar  
Huevo para pincelar  
Harina para espolvorear
Pasas, ajonjolí, agua de azahar (Opcional)

**Si utilizas azúcar blanca es la misma cantidad** 



            

      

- Mezclamos la levadura con una poca leche tibia, disolvemos bien y dejamos actuar.


- En la encimera formamos un volcán con la harina.
      

-  Añadimos el huevo, la sal y un poco de leche templada.
- Comenzamos a trabajar la masa con una cuchara para mezclar los ingredientes del centro.
 

- Seguimos mezclando con la cuchara y añadimos la levadura disuelta en la leche.
- Añadimos también el azúcar.


- Empieza a mezclar la masa con la mano, te recomiendo que utilices solamente una de ellas, pues la masa es bien pegajosa y así tienes la otra mano limpia para añadir y manipular los utensilios de cocina (y el botoncito de disparar la cámara).


- Pasado unos diez minutos de amasado habrás conseguido una masa elástica y que apenas se pega en la mano.
- Formamos una bola, aceitamos ligeramente un cuenco amplio y dejamos tapada con papel film o un paño grueso en algún sitio libre de corriente hasta que doble volumen.


- Pasada la primera hora, ya se ve cómo había crecido un poco.
- A las cuatro horas, estaba perfecta.
- Volcar la masa sobre la encimera. Mejor te enharinas las manos o las mojas ligeramente en  agua, pues sigue siendo algo pegajosa.
 

- Volvemos a dar forma de bola, sin manipularla mucho para no desgasificar.
- Cortamos primero en dos, y después en cuatro trozos iguales.


- A cada porción le damos forma de bola.
- Enharinamos ligeramente la encimera y estiramos con rodillo cada una de las bolas. Las otras las dejamos reservadas.
 

- Sacaremos cuatro discos del mismo tamaño.
- Sobreponemos uno sobre otro y empezamos a enrollarlos.
     

- Una vez enrollado, cortamos por la mitad. La parte por donde cortamos, será la base de la flor.
- Y ya tenemos formadas las dos primeras. Podemos abrir un poco los pétalos.
- Repetimos el mismo proceso con las otras tres bolas. Con los recortes que salen, los unimos y aplanamos con el rodillo. Nos dará para hacer cuatro flores más, es decir, ocho discos.


- Ahora aceitamos ligeramente los huecos del molde de magdalenas vamos acomodando las flores.
- Dejamos reposar media hora y mientras calentamos el horno a 210º.
- Pincelamos con huevo.
- Las llevamos al horno. Media altura, calor arriba y abajo. Diez minutos después, las tenemos listas.


Bueno, y ya después de tanta explicación,
merendamos ¿no?


Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz.