Soy defensora de los buenos sandwiches y bocadillos.
Desde que era niña en casa siempre había una noche que cenábamos sandwich, aunque del Mixto a la plancha con extra de mantequilla, jamón york y queso no pasaban. Y lo ricos que estaban mientras los comiamos frente a la tele viendo el "Un, dos, tres . . ." y la esperada calabaza Ruperta, a la que tantos niños le cogimos cariño. Así que ahora caigo, tenía que ser los Viernes.
Y con el tiempo, a medida que crecimos y probábamos un sandwich en la calle, lo repetiamos en casa. Los que hacían en la familia de mi amiga Estíbaliz, eran los mejores sin duda. Los sandwiches también eran parte importante de las merendolas que organizábamos siendo adolescente con las amigas, que por cierto, ahora que lo pienso, aquello eran puros atracones y riéte tú de los banquetes romanos.
Con que guardes una buena combinación entre los ingredientes que cuelas entre los dos panes, el éxito está asegurado. Ya sé que también están los sandwiches abiertos, pero a esos prefiero llamarlos "Tosta". Para mí si hablamos de sandwich tiene que estar formado por una rebanada de pan abajo y otra coronando, con un delicioso relleno, y no voy a entrar en debates. Lo de integral o blanco, lo dejo al gusto. El mío no es que esté muy tostado, es que el pan es integral y claro, va con ventaja en el moreno 😉
El
que traigo hoy es uno de mis preferidos. Es vegetariano y si eres de las que opinas que donde haya
queso, hay alegría, te va a encantar. Después de comerlo, date un bue paseo, porque ligero no es, pero está tan rico que de vez en cuando me doy el capricho, que para eso me paso la semana viviendo entre platos de verduras y carnes o pescados a la plancha.
¿Que sería el fin de semana sin darnos alegrías como esta, verdad?
3 Lonchas de pan integral
4 Lonchas gruesas de Queso Cheddar
4 Nueces picadas
10 Champiñones hermosos, laminados
1 cta Mayonesa
1 cta Mostaza suave
** Me gusta el queso Cheddar en este sandwich por el colorido, pero si prefieres un tipo Gouda o Havarti, también queda bien rico**
-Limpiamos bien los champiñones, laminamos y llevamos a una sartén con una cucharada de aceite.
- Los hacemos a fuego medio. Tienes que reservar 8 láminas para la terminación. Tardaremos unos cinco minutos.
- Mientras se hacen los champiñones, picamos con un cuchillo las nueces.
- La loncha de pan que irá en medio, la aplanamos un poco con el rodillo.
- Untamos una rebanada de pan con mayonesa, ponemos una loncha de queso y sobre éste la mitad de champiñones. (Aunque veas dos lonchas sobrepuestas, es porque eran de pequeño tamaño y no cubrían el pan, pero normalmente utilizo una por cara, eso si, que sea gordita).
- Pondremos una lámina de champiñón en cada una de las esquinas. Esa será la primera cara que tocará la sartén.
- Cuando le vayamos a dar la vuelta, colocamos las otras láminas de champiñón sobre el pan. Ponemos la palma de la mano sobre el pan y le damos la vuelta a la sartén como si fuese una tortilla de papas, de esa forma las láminas no se mueven de las esquinas y quedan bien situadas. ¿me he explicado bien? Hazlo a fuego bajo.
Esperas hasta que tenga el color dorado que te guste, que el queso esté bien derretido y a disfrutarlo, para un desayuno tardío de fin de semana es perfecto. Para una merienda también, para una cena me resulta pesado, pero si es tu gusto . . . cada uno cuando quiera.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz.
Otros sandwiches del blog: Reuben, Croque Monsieur, Atún con aguacate.
