4 de septiembre de 2015

Aliño de Huevas


Si el otro día despedía el mes de Agosto con una receta de carne, a Septiembre lo recibo con pescado, concretamente con unas Huevas.
Las huevas de pescado se consumen en muchas partes del mundo
Por supuesto, nosotros no íbamos a ser menos, y de Norte a Sur es un plato que tanto en nuestras mesas como en las Cartas de bares y restaurantes suelen estar presentes.
En Asturias es muy común comer las huevas de los oricios, en el Sur de la península no hay bar de tapeo, que no te ofrezcan el Aliño de Huevas o Huevas Aliñás. También se comen secas, fritas y en conservas.
Las que hoy te enseño, no son de un pescado tan popular, se llama Sierra. Desconozco si en otras partes es conocido con distinto nombre. Y no es el mismo que consumen en América del Sur con apariciencia de tiburón, éste es de otra familia.
En casa lo apreciamos mucho ¿qué digo apreciamos? si hacemos fiesta cada vez que llega alguno. 


Son pescados grandotes, con una carne muy delicada, sabrosísima, jugosa; y de sabor mucho más suave que el atún. Éste último pesó unos cuatro kilos y medio, y lo pescó mi hijo {si, el que me da esas alegrías cuando tiene suerte}. Tiene además el detalle de traerlo limpio a casa.
Un lujazo en toda regla, por lo menos para mí.
De todas formas en las pescaderías las huevas, suelen tenerlas frescas o en la sección de congelados del super, no faltan. Habitualmente son de merluza o bacalao. Si no las ha probado nunca te invito a que te animes.
 Ademá, estudios desarrollados por científicos en la Universidad de Almería, han demostrado el potencial nutritivo de las huevas de animales marinos y las destacan como una de las mejores fuentes de Omega 3 de la Naturaleza. Si es que además de ricas, nos cuidan el corazón y los triglicéridos. Son redondas, vaya.
Las que ves más arriba, las pusimos sobre unas tostadas, y con un buen chorretón de limón, estában para cerrar los ojos y suspirar.

 


Te voy a enseñar cómo saqué las huevas del pescado, pero posiblemente tú éste paso no tengas que hacerlo porque las comprarás.
- Abrimos el pescado por la parte de la ventresca. Tiene que ser un corte limpio para no dañar la carne.

- Ponemos un caldero con agua y cuando esté caliente, introducimos las huevas con cuidado. Son frágiles y no queremos romper la tela que las recubre. En caso de que las veas rotas, las envuelves en papel film como si fuese un caramelo y las cueces así.
- El agua no tiene que hervir a borbotones, sino poco a poco.

- Pasados unos quince minutos están listas. Retiramos y dejamos templar. Claro que depende del tamaño, las mías eran bastante grandes y tuvieron suficiente.
- Habrán cambiado de color y reducido de tamaño, pues se compactan al cocerlas. 

- Todavía templadas les quitamos la tela protectora y ya podemos cortarlas. Pero si no las vas a utilizar todas o piensas congelar, no se la quites.

- Por otra parte partimos las verduras en trozos muy pequeños: pimiento verde, tomate y cebolla. Mezclamos bien y le añadimos las huevas.
- Aliñamos con un buen aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal marina y llevamos un rato al frigo para tomarlo bien fresco.

Hoy no me dirás que no ha sido un plato sencillo ¿eh?
Hasta te podría decir que tiene sabor de Verano, porque aunque hayamos vuelto a la rutina, todavía nos quedan comidas en la terraza, muchos días de playa, baños y sol.
¿Te apetece un plato?

Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, sé feliz o al menos, inténtalo.