Puedes ver una receta mil veces en los blogs, que de repente un día, se cruza en tu camino y es el momento exacto de hacerla.
Y es que creo que me llegó la hora. Porque tengo que confesar que los flanes y las natillas son dos preparaciones que se me resistían. Anda que no arruiné flanes hasta que conseguí comerme UNO bien rico en casa, y con las natillas, pues no lo había vuelto a intentar por el mismo motivo. Pero ya me he sacado la espinita, y de qué manera, que he repetido hasta tres veces, y todas han sido un éxito.
Así que Lola, "PAN FRITOS O REBANÁS" gracias por haberme hecho perder el miedo a las natillas caseras, que las de polvos no sabes lo bien que las tenía dominadas :) Tienes un blog estupendo, lleno de recetas bien ricas. Pasaros por allí si no lo conocéis {probabilidad harto imposible, ya lo se} os va a gustar. Y si os queréis entretener, mirad la cantidad de flanes que tiene en el recetario, creo que los ha hecho de todos los sabores imaginables.
Viendo lo ricas que salieron, he curado mi ego natillero y a partir de ahora, van a estar presentes en mi mesa. Con lo sencillas que son de hacer y yo sin enterarme.....tanto sufrir, para nada. Qué dramática me pongo en ocasiones.
En fin, que os dejo la receta, aunque hoy no hay paso a paso, porque necesitaba estar concentrada, por si acaso.
**Utilicé sólo las yemas de los huevos, pero Lola en la receta original da la opción de que sean también los huevos enteros** |
- En un caldero ponemos la leche a calentar, sin que llegue a hervir.
- En un cuenco mezclamos bien, los huevos con el azúcar .{Yo sólo las yemas}.
- Cuando la leche está caliente, retirar del fuego, y a modo de hilo y sin dejar de mover, iremos incorporando la mezcla de huevos y azúcar. Este es un momento crucial en la receta.
- Cuando terminemos, pondremos de nuevo el caldero al fuego, y seguiremos moviendo, hasta que veamos que empieza a espesar.
- Pasados dos o tres minutos, retiramos y vamos vertiendo las natillas en los vasos de presentación. Podemos espolvorear de canela molida en este momento.
- Dejaremos que estén templadas para ponerles la galleta a cada vaso, y cuando estén casi frías las llevamos a la nevera hasta el momento de servir.
Y aunque las natillas me gusten mucho, tengo que reconocer que si no las como con una galleta María, no es lo mismo.
Y ahora os dejo con este postre tan típico de estas fechas en muchas casas, espero que os guste tanto como a nosotros.