Pero cuando se empieza a hacer los Roscones Caseros, es como buscar el tesoro perdido. Siempre piensas que te ha quedado riquísimo . . . pero que puede haber alguno mejor, y año tras año, vas haciendo pequeñas modificaciones.
Para no extenderme mucho, desde ya digo que esta receta, es muy parecida a la del año anterior en cuestión de ingredientes, pero no en tiempos ni elaboración.
Ya sé que a muchos, en cuanto les nombras a las masas madres, prefermentos, o masas de arranque piensan . . . ya la hemos liado. Pero de verdad, que es la cosa más sencilla del mundo y el resultado es sinceramente bueno. Además os lo voy a explicar bien clarito y si quedaba algún reparo, lo vais a descartar en un momento.
No me voy a entretener mucho en la introducción, porque me he extendido con detalle haciendo fotos de todo el proceso y la entrada se convertiría en algo eterno. Así que vamos al lío.
NECESITAREMOS
* Lo primero que vamos a hacer, es rallar la piel del limón y la naranja y mezclarlas con el azúcar.
* En un caldero pequeño, pondremos la nata con la piel de media naranja y medio limón y dejaremos que hierva unos cinco minutos a fuego moderado. Retiramos, dejamos templar y reservamos.
* Siempre añado más nata que la indicada en la receta, pues evaporará al hervir, después tomarás la cantidad que haga falta.
* A continuación, en un cuenco vamos a separar de las cantidades totales, los ingredientes de la masa de arranque: 150 grs de harina, 50 grs de azúcar con las pieles ralladas ya añadidas, 120 grs de nata templada y 15 grs de levadura fresca.
* Lo amasamos un poco y formamos una bola, dejamos tapada y abrigada toda la noche.
* Por otro lado, tamizamos la harina y le añadimos el resto del azúcar con las ralladuras, mezclamos bien.
* Seleccionaremos el programa de amasar, que dura quince minutos. Pero no nos dará tiempo de incluir todos los ingredientes, ahora veréis por qué, y tendremos que repetir el proceso, en total amasará treinta minutos.
* Vamos a poner los huevos en la cubeta de la panificadora, le añadimos el Ron Añejo y la sal marina. La harina la agregamos poco a poco hasta terminarla.
* En este momento, ya casi el tiempo del primer amasado habrá terminado, así que tendremos que programar otro nuevo amasado de quince minutos.
* Cuando terminemos de añadir la harina, empezamos a añadir la masa de arranque en cuatro veces, al final se nos quedará una textura terrosa.
* Llega el turno de añadir la mantequilla en cuatro veces también, y después la levadura deshecha en una pizca de agua templada.
* Aceitamos ligeramente con aceite de girasol un cuenco bien amplio, pues la masa va a reposar por un espacio de cuatro horas. Tiempo estimado, aquí no hay reglas fijas. Pero en volumen te digo que tiene que triplicarse.
* Aceitamos también el plástico que estará en contacto con la masa para que no se pegue. Tapamos y siempre la dejo reposar dentro del horno, apagado por supuesto.
* Transcurrido el tiempo de reposo, volcamos la masa sobre la mesa, desgasificamos ligeramente y hacemos una bola.
* Partimos en tantas partes como roscones queramos hacer. La masa viene a pesar unos 1.500grs. Siempre separo 300 para uno de los roscones y el resto de la masa la vuelvo a dividir para hacer dos roscones más grandotes {28cms más o menos}
* A cada parte le volvemos a dar forma de bola, introducimos un dedo en el centro para empezar a darle forma al roscón, mejor levantar la masa y dejar que su propio peso, ayude a formar el hueco.
* Este paso es importante hacerlo con las manos ligeramente engrasadas con mantequilla o aceite de girasol {no utilizar de oliva porque es más aromático} La masa es algo pegajosa.
* Cuando ya tengamos el hueco formado, podemos dejar el rosco sobre la bandeja del horno forrada con papel y terminamos de igualarlo. Si vemos que la masa se nos resiste, la dejamos reposar cinco minutos y seguimos.
* Nos podemos ayudar de algún aro de emplatar, cuenco o bote de cristal para dejarlo en el centro y que no se cierre. Es importante aceitarlo para que la masa no se pegue y podamos sacarlo comodamente una vez horneado.
* Pintamos con huevo {importante que esté a temperatura ambiente} y dejamos levar de nuevo, hasta que doble volumen en el horno apagado, pero que hemos calentado previamente a 50º.
* En una hora y media los roscones estaban listos para hornear.
* La porción de los 300grs que separé de la masa era para hacer el roscón más pequeño. Formé unas pequeñas bolas de 30 grs cada una. Las fui colocando una junto a otra, y así formo siempre el roscón que relleno de cabello de ángel, el preferido de mi madre.
* Seguí el mismo proceso que con los otros: amasé, pincelé con huevo y llevé al horno a que levara.
* Una vez levados los tres roscones, éste era el aspecto. Como podéis apreciar, cada uno va por libre. Las masas son así de caprichosas.
* Encendemos el horno a 200º y mientras, empezaremos a adornarlos.
* Como en casa no gusta la fruta confitada, me limito a poner guindas, almendras fileteadas y azúcar húmeda.
* Pincelamos con huevo nuevamente la superficie del roscón y adornamos.
* Las guindas siempre las parto por la mitad, de esa forma evito que puedan deslizarse mientras están en el horno.
* Horneamos los roscones en la posición media-baja altura, 180º durante quince minutos, quizás necesiten cinco minutos más, pero tened cuidado, un excesivo horneado hará que queden resecos. No debemos olvidar que en el fondo es una masa de brioche.
*Cuando ya lo hemos horneado, quitaremos el aro, pasando suavemente un cuchillo por todo el alrededor, sale facilmente.
* El azúcar húmedo es muy sencillo de hacer: simplemente pondremos unas Cdas. de azúcar blanquilla en un cuenco, le añadimos una cta. de agua y movemos para humedecer toda el azúcar por igual.
* Ya lo tenemos listo para ir dejando montoncitos sobre nuestros roscones.
* Enfriamos los roscones sobre una rejilla y una vez fríos, podemos cortarlos por la mitad con un cuchillo de sierra para que no se desmiguen y rellenarlos de lo que más nos guste, en este caso de falsa trufa.
* No tengo foto de este paso, pero para levantar la tapa de arriba lo hago así: una vez que hemos abierto el roscón, me ayudo de una tabla fina de cocina, que voy introduciendo poco a poco en el medio, y así la parte de arriba queda sobre la tabla. Para volver a colocar la parte de arriba una vez hecho el relleno, se deja deslizar poco a poco la tapa superior y queda perfectamente formado y sin ningún trabajo. Y sobre todo, con la tranquilidad de que no se nos rompe.
* La trufa la hice con 800 grs de nata para montar de 35.1 % de grasa, marca Pascual, 4 Cdas de Cacao Puro Valor y 6 Cdas de azúcar glas comercial.
* La nata que utilizo, al día siguiente sigue igual de dura y bien montada, en caso de no encontrarla podéis añadir dos ctas. de queso tipo Philadelfia por cada 200 cc de nata de 35% de grasa.
* Ya sabéis que para que monte bien la nata tiene que estar muy, muy fría, además siempre utilizo un recipiente metálico que he tenido en el congelador al menos media hora. Cuando empieza a espesar le voy añadiendo el azúcar y cuando ha montado, a baja velocidad, le añado el cacao.
* Paso la trufa a una manga pastelera, y relleno generosamente.
Y hasta aquí hemos llegado
En casa han dicho que es el mejor Roscón que he hecho nunca, por blando, jugoso y sabroso . . . así que ahora mismo estoy cual Pavo Real, que es lo que armoniza en el día de hoy.
Espero que paséis un buen Día de Reyes, que os traigan alguna agradable sorpresa y nos vemos en unos días, ya con cositas menos pesadass. Que al igual que yo, tras el Roscón de hoy, me imagino que muchos de nosotros cerraremos un poquito la boca y prepararemos cosas más ligeras.
Sean felices, o al menos, inténtenlo !!!!
