Llegando esta época, no puede faltar para merendar un bizcocho casero. Y a éste particularmente, le tenía ganas desde hace tiempo porque sabía que me iba a gustar, ¿he dicho gustar? eso es quedarme corta, nos ha encantado.
De nuevo viajo virtualmente a las Islas Baleares, para disfrutar de este afamado y rico postre. El nombre deriva de la palabra francesa gâteau {pastel} que tras acomodarla a nuestro idioma, quedó definitivamente como Gató. La utilización de la almendra en la repostería de la zona viene de siglos atrás, ya sabemos que aprovechar los productos del momento era y sigue siendo lo habitual en la cocina; y Mallorca cuenta con extensos cultivos de almendros. Como todos sabemos, estos árboles frutales son todo un espectáculo verlos en flor, por lo que celebran una Feria en el mes de Febrero con gran afluencia de visitantes locales y turistas, donde además de dar a conocer las más de cincuenta variedades de almendras de la isla; se muestran productos elaborados con ellas.
Según he leído, en el siglo XVII, concretamente en el año 1.679 se recibió la visita del Obispo Bernat Cotoner en el Santuario de San Salvador, y como es costumbre en esas ocasiones, para agasajar a tan ilustre invitado {además del cargo eclesiástico, pertenecía a la nobleza mallorquina} le ofrecieron una comida repleta de ricas viandas. Subir hasta la cima de la colina donde está emplazado el Santuario en aquella época no debía ser tarea fácil, así que bien merecido fue el postre, que el dulce siempre alegra el espíritu. Entre las golosinas de la sobremesa, se encontraban las Tortas de Almendras.
Seguramente le supieron a gloria celestial, y nunca mejor dicho.
Seguramente le supieron a gloria celestial, y nunca mejor dicho.
Resumiendo, que con la aportación de la sabiduría francesa para cocinarlo y las ricas almendras de la zona, pasó de ser Le gâteau d´amandes a Gató de almendras, y así ha llegado hasta nuestros días. Considerado para muchos, patrimonio de la cocina Mallorquina, es habitual encontrarlo en el resto de las Islas Baleares. Añadiré que gracias a los blogs de cocina, también se da a conocer la receta hasta el último rincón, y en este caso a mi cocina.
Cuando lo publicó Maribel {Miel y limón} tenía claro que lo haría igual. Sabiendo que ella es de Mallorca y que además es la receta que hornean en su familia de toda la vida, contaba con la garantía de no fallar con el resultado. Te invito a que lo hagas en la próxima ocasión que se te presente, porque no puede ser más fácil ni estar más rico. Es delicado en sabor y textura ligera al no llevar más que almendra molida y ausencia de cualquier harina. He visto que algunas comparaciones la hacen con la Tarta de Santiago gallega {qué rica por cierto}, pero si te digo la verdad, este Gató me recuerda más a las Marquesas de Navidad.
Habitualmente lo encuentas en pastelerías, cafeterías y restaurantes. La suelen acompañar de helado de almendra, pero como todavía estoy con este resfriado que me ha cogido un cariño desbordante y no se decide a dejarme, lo acompañé de un chocolate caliente, que también he leído que es habitual en invierno y a mí me pareció mejor idea. De todas formas, como se va a quedar como uno de los bizcochos fijos de casa, ya llegará el momento de comerlo con su respectiva bola de helado, porque el contraste debe ser una maravilla.
Y sin más historias, vamos con la receta.
{diez porciones}
125 grs Azúcar {en mi caso de Abedul}
125 Almendras molidas
4 Huevos
Piel de medio limón
1/1 cta Canela molida
Azúcar glass para espolvorear (la mía de abedul)
**Hice la receta con la mitad de los ingredientes indicados en la receta de Maribel**
¡¡¡ Listo !!!
Voy cortando un trozo de esta nube de almendra, que estoy segura te va a encantar.
{diez porciones}
125 grs Azúcar {en mi caso de Abedul}
125 Almendras molidas
4 Huevos
Piel de medio limón
1/1 cta Canela molida
Azúcar glass para espolvorear (la mía de abedul)
**Hice la receta con la mitad de los ingredientes indicados en la receta de Maribel**
- Separar las claras de las yemas.
- Montar las claras hasta que estén bien firmes.
- Batir las yemas junto con el azúcar (yo de abedul) hasta que blanqueen.
- Rallar la piel de limón, y añadirla a la almendra molida.
- Agregar la canela y mezclar bien el conjunto.
- Unir la mezcla de las almendras con las yemas en dos o tres veces, con movimientos envolventes.
- El preparado anterior, mezclarlo ahora con las claras montadas en dos o tres veces también.
- Los movimientos que sean envolventes, para que no pierda volumen.
- Precalentar el horno a 170º por ser azúcar de abedul. Si utilizas azúcar blanca lo harás a 180º.
- Volcar la mezcla en un molde redondo de 20 cms, previamente engrasado. Lo hice en uno que no se desmolda, mejor que lo elijas desmoldable, que me dio la lata para sacarlo.
- Hornear a media altura, con calor arriba y abajo durante 30 minutos.
- Enfriar sobre rejilla, desmoldar y espolvorear de azúcar glass (yo de abedul hecha en casa).
¡¡¡ Listo !!!
Voy cortando un trozo de esta nube de almendra, que estoy segura te va a encantar.
Esto es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, espero que seas feliz.
* Parte de la información, la encontré aquí