A punto de entrar el Verano, una tarde que se nos escapó el gato y tuvimos que "convencerlo" con palabras mimosas y agitando su comida preferida cual maracas de Machín, para que volviese a casa; nos dimos cuenta que en el asalvajado jardín había unas matas de tomates cherrys.
Sin venir a cuento nos encontramos con esos tomates casi a punto de salir, pues las pequeñas flores amarillas estaban reventonas. Me imagino que el viento se encargaría de traernos las semillas y la Naturaleza siguió el proceso.
Limpiamos las plantas (me incluyo en el verbo con toda la caradura del mundo, aunque tan sólo me limité a observar) y pusimos unas guías. Al principio íba días alternos a recoger una bandeja, pero en pleno mes de Julio, se llegaba con facilidad a los dos kilos diarios. Y aunque te los comes como las pipas, cuando ves que la cantidad te sobrepasa por mucha adicción tomatera que albergas, piensas en hacer todo tipo de preparaciones.
Preciosos ¿verdad?
Estuve entretenida preparando muchas cositas ricas. Tengo las fotografías y el paso a paso de varias recetas, aunque tengo que organizarlas para preparar las entradas. Ya verán la luz en el blog, que ultimamente me faltan horas para llegar a todo lo que quiero y me gustaría.
Una de esas recetas, son estos tomates secos y conservados en aceite de oliva. Ya han caído unos cuantos botes desde que hice el primero, están tan ricos y hay tantos sitios donde quedan estupendos, que no duran mucho en la nevera.
Aunque estemos en Otoño, éste entró tan suave y despacio, que casi no se ha hecho notar, y aún sigo recogiendo tomates. Desde luego no es la misma cantidad que en Verano, pero no me quejo. Y lo mejor de todo, es que saben a tomates de verdad.Todo un lujo, vaya que si.
Sobre todo pensando que estamos a un paso de la operación polvorón.
800 grs Tomates Cherrys
Sal Marina
Hierbas aromáticas {sólo añadí tomillo}
Aceite de Oliva Virgen Extra
- Partir los tomates por la mitad y disponerlos sobre la bandeja del horno.
- Añadir sal marina y las hierbas aromáticas elegidas.
- Llevar al horno durante dos horas a 100º, después apagar el horno y dejarlos dentro hasta que hayan enfriado totalmente.
- En un bote esterilizado, poner un fondo de aceite.
- Colocar los tomates hasta llenar el bote.
- Terminar rellenando con el aceite de oliva. Hay que dejarlos cubiertos.
- Para cortarlos por la mitad, lo hice ASÍ. Te recomiendo que los platos sean de postre y el cuchillo de hoja larga y de sierra. El del pan es el que mejor resultado me dió. El truco es buenísimo.
- Espera unos días antes de comerlos, el sabor se habrá concentrado.
- Tienen infinidad de aplicaciones: sobre tostas con queso, en las pizzas, sandwiches, ensaladas, canapés, acompañando algún salazón . . . sea como sea, son deliciosos.
- Se le puede añadir azúcar antes de introducirlos en el horno para rectificar la acidez, pero éstos son bien dulces y no hizo falta.
- Si los quieres conservar durante meses, cuece al baño maría durante 20 minutos y después pon el bote boca abajo hasta el día siguiente. Pero como no he hecho más de 1/2 Kilo cada vez, y no me duran más de una semana, lo conservo en el frigo y cuando se termina hago otro.
- Las hierbas aromáticas las dejo a tu elección e incluso puedes añadir dientes de ajo en el bote mientras lo estás rellenando, así como guindillas, pimienta en grano, romero, laurel . . . aunque hago la receta más básica para que les guste a todos, se puede enriquecer como ya os digo.
- Con esta cantidad me dió para rellenar el bote de medio kilo que ves en la imagen.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz, o al menos inténtalo.