No se si te he comentado en alguna otra ocasión que el aguacate es un fruto que me encanta, y en casa siempre suelo tener.
Es una pena que cada vez que he plantado alguno, no haya seguido creciendo, porque hubiéramos dado buena cuenta de todos los que hubieran ido saliendo. Pero del tamaño maceta, nunca pasaron para poder hacer el trasplante.
Uno de mis hijos siempre dice, que sin aguacate las ensaladas son aburridas, y es que como te guste, lo encuentras imprescindible en algunos platos.
El aguacate que ves en la foto, es de la variedad Pinkerton, que tiene un sabor riquísimo. Pero con los que he hecho la receta hoy es de tipo Hass, también con una pulpa excelente y un sabor delicioso.
En Canarias es un producto de gran consumo y su precio es asequible. Me consta que en la Península también hay unos aguacates excepcionales, con importantes cultivos en la zona de Andalucia y Levante.
Y esta receta es tan fácil que andaba dudando si subirla al blog, pero como al final de lo que se trata es de tener recopilado todo lo que comemos en casa, y ésta es de las habituales, hoy es la que toca.
Me parece que además de resultar vistosa y estar cargada de vitaminas, si utilizamos las propias pieles de los aguacates, le damos un toque especial a la presentación.
* 1/2 Pepino cortado en cuadraditos.
* 125 grs Queso (Majorero Artesano en este caso) también en cubos. Desde uno blanco a un semicurado, elige a tu gusto.
* 6 Hojas de Lechuga, cortada en Juliana
* 1 Naranja Pelada en Vivo, y en trozos pequeños.
* 12 Uvas Partidas en Cuartos y sin pepitas
* Aceite, Vinagre y Sal Marina.
Si vas a utilizarlo como picoteo, con medio aguacate es suficiente por persona. Pero si lo presentas como primer plato, como yo hice en esta ocasión, entonces necesitarás un aguacate por comensal.
Evidentemente, las cantidades del relleno son orientativas, cada uno las acomodará a su gusto.
Abrimos el aguacate, lo partimos en cuadraditos con un cuchillo, y con una cuchara sopera sacamos sin dañar la pulpa.
El resto de los ingredientes también los troceamos del mismo tamaño, y la lechuga en juliana muy fina.
Reunimos todo en un cuenco, donde lo aliñaremos al gusto y colocamos en las mitades del aguacate antes de presentarlo en la mesa.
Lo aliñé con Vinagre de Cerezas, que éste año ya he vuelto a hacer.
Oye, y si te sobra relleno, lo colocas en una copa mona, y queda también estupendo. Aunque tengamos que llamarla Copa con Relleno de Aguacate.
Y eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta la próxima entrada, ya sabes, sé feliz o al menos, inténtalo.
Para saber escoger un aguacate en condiciones tenemos que tener en cuenta :
- La piel no debe estar dañada.
- Si presionamos la piel con el dedo, debemos hundirlo un poco, esto nos dará idea de la maduración del aguacate. Querrá decir que estará para consumirlo hoy o mañana.
- Si al apretar se nos hunde mucho la piel hacia dentro, es que está pasado, déjalo y sigue probando otros.
- En caso de que esté demasiado duro, creeme si os digo que es como querer apretar una piedra, si no necesitas consumirlo en unos días, puedes comprarlo y que termine de madurar en casa, siempre fuera de la nevera, a temperatura ambiente en el frutero es lo mejor. Y si le colocas al lado una manzana o un plátano, el proceso de maduración se acelerará.
- Una vez abierto, envuélvelo bien en papel film, para evitar la oxidación, si lo guardamos con el hueso, evitaremos que haya más parte de la carne expuesta al exterior, el propio hueso le sirve de protección a esa parte que cubre. Le podemos poner unas gotitas de limón para que no ennegrezca al resto.
- En caso que se oxide, no pasa nada, con cortar con un cuchillo la parte oxidada, listo para consumir el resto.
- En casa siempre compramos con distintos grados de maduración, así nos da tiempo a gastar unos y que los otros vayan cogiendo su punto idóneo de maduración.