Al llegar este tiempo, y como ocurrirá en muchas de vuestras casas, la mía se convierte en una devoradora de cerezas.
Visualmente es una fruta preciosa y si además tienes la suerte de hacerte con unas que sepan a cerezas, el binomio está servido.
Y con lo que me gustan, me resulta increíble, pero no había hecho nunca una receta con cerezas, porque me las como siempre lavadas y de forma compulsiva como si fuesen pipas y así me resultan deliciosas.
Pero hace unos días, en mi afán de hacer bizcochos para el desayuno o la merienda {aunque sea en tamaño pin & pon} pensé utilizarlas, y el resultado me gustó tanto, que aquí lo traigo. No estaba segura que las cerezas al horno me agradaran, pero la fruta no perdió totalmente su textura, y mucho menos la jugosidad.
He jugado con las cantidades del siempre perfecto y clásico bizcocho de yogur, que nunca falla, y que tanto si eres un aficionado ocasional como un repostero más avezado, te garantiza el éxito.
Y ahora, vamos al lío.
*Si eres más goloso que yo, añade un poco más del edulcorante elegido.
*Batimos el huevo hasta que haya aumentado de volumen.
*Añadimos los ingredientes líquidos de uno en uno, sin incorporar el siguiente hasta que el anterior no está bien integrado.
*Mezclamos la levadura y el bicarbonato con la harina.
*Precalentamos el horno a 180º
*Tamizamos la harina {la pasamos por un colador} y la incorporamos poco a poco a la mezcla anterior, con movimientos envolventes.
*Preparamos el molde {el que veis en las imágenes mide 15 cms x 11 cms} con papel de horno, que lo podemos mojar bajo el grifo y tras eliminar bien el agua, acomodarlo perfectamente en el molde.
*Vertemos la mezcla.
*Vamos quitando los huesos a las cerezas, prefiero no tener que ir quitándolos mientras me lo como, la verdad.
*Colocamos de forma armoniosa nuestras cerezas.
*Llevamos al horno y en 25-30 minutos estará listo. Como siempre, comprobaremos con un pincho para comprobar que sale limpio.
*Mezclamos el sirope de agave con el agua, en frío se disuelve bien, y reservamos. Ese será nuestro almíbar sin azúcar.
Si por el contrario utilizas agua y azúcar, lo calientas, esperas hasta que se haya disuelto bien el azúcar y reservarmos.
*Dejamos enfriar y vertemos el almíbar por encima.
*Esperamos un rato para que haya calado bien el bizcocho, y a disfrutar.
Eso es todo por hoy amigos, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, espero que seas feliz.