Vaya bizcocho rico que me salió el otro día.
Haciendo ajustes de aquí y allá, y sin saber el resultado final hasta que lo probé, tengo que deciros que me encantó. En un principio lo hice sólo para mí, y no por muestras de egoismo, sino porque pensé que nadie lo iba a querer comer......qué ingenua soy algunas veces.
Si es que los míos tienen un saque....
Y todo surgió por unos arándanos que me encontré en el congelador, que ni me acordaba de su existencia, pero a los que enseguida les ví formando parte del cafelito del Domingo.
Tengo que decir que los arándanos, así como el resto de frutillas rojas me gustan mucho como ingrediente de postres, y aunque tienen un color divino, me fastidia que manchen sobremanera algunas de las preparaciones, sobre todo los bizcochos.
Y si, me dejaron el bizcocho perfecto, sin mancharlo nada y muy bien colocados todos ellos, de forma salpicada, como debe ser. Y sin esos disgustos de irse todos al fondo.
Los arándandos, aportan un punto húmedo perfecto y el gustito ácido característico que suelen tener.
Y ahora vamos con la receta, es bien fácil.
NECESITAREMOS:
CÓMO LO HAREMOS:
- Batiremos los huevos con la ralladura y el azúcar hasta que veamos que doblan volumen y la preparación blanquea. Lo hago siempre con barillas eléctricas, en caso contrario, sacad fuerzas porque tardaréis un rato.
- A partir de ahora, los ingredientes los iremos añadiendo lentamente y con movimientos envolventes.
- Primero agregamos el aceite.
- Le llega el turno al yogur y la leche.
- En un cuenco mezclamos la harina con la levadura y el bicarbonato. La pasamos a un colador y a pequeños golpes la vamos incorporando.
- Una vez la masa esté bien mezclada, añadimos los arándanos congelados y mezclamos para que se repartan bien.
- Forramos un molde con papel de horno. Volcamos la mezcla y llevamos al congelador, y no me miréis con esa cara, al congelador.
- Encendemos el horno a 200º y precalentamos durante 15 minutos.
- Pasado este tiempo, metemos nuestro bizcocho, bajando el horno a 180º, posición media y calor arriba y abajo. Al ser un molde alto, ha tardado unos cincuenta minutos. Si lo hacéis en un molde más grande, la masa quedará más baja y en menos tiempo estará listo.
- Y como siempre, pinchamos para comprobar y en cuanto la aguja salga limpia sacamo y dejamos enfríar.
TRUCO:
- Cuando tengo que forrar un molde con papel de horno, una vez cortado el trozo que vamos a utilizar, lo arrugo formando una bola y lo pongo bajo el grifo para que se moje. Lo abro y sacudo un poco, de ésta forma queda flexible y perfecto para que se acomode a cualquier molde sin ninguna dificultad.
** Devolviendo la visita a un blog argentino, de un comentario a esta publicación, descubrí una maravillosa entrada sobre los arándanos, me quedé tan sorprendida por las imágenes y lo que cuenta, que os dejo el enlace, espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Siempre será primavera
