Lo cierto es que en casa se comió siempre pasadas por harina, que también están muy ricas y si le añadimos un poco de miel de palma ya es el colmo de este perfecto matrimonio.
Pero un día hace muchos, muchos años un noviete que tuve me invitó a comer a su casa y la madre que resultó ser una señora muy simpática y dicharachera, aunque para mi gusto demasiado preguntona ( tenía espíritu de Gestapo - Cía - Mosad) me puso unas berenjenas empanadas. Nunca las había comido preparadas así. Me pareció algo tan sencillo y tan rico que enseguida expliqué en casa como eran y desde entonces las adoptamos.
Las podéis servir como segundo plato,entrante o acompañamiento,y de verdad que merece la pena esta sencilla fritura de verdura.
Así las hago y así os lo cuento.
NECESITAREMOS: (para 4 personas)
- 1 berenjena grande o dos medianas.Las suelo partir fina porque nos gustan más,con lo que cunden mucho.
- 2 huevos.
- Pan rallado,medio paquete pequeño más o menos.
- Sal.
- Aceite abundante para freírlas.
- Cortamos las berenjenas en rodajas finas,hay quien le deja la piel,en casa las pelamos siempre.
- Le añadimos la sal y vamos preparando el empanado.
- Batimos los huevos y los ponemos en una fuente honda para empanar más comodamente.
- Ponemos el pan rallado también en una fuente honda.
- Empezamos a pasar las rebanadas de berenjenas primero por huevo y escurrimos bien para que no nos suelte la típica baba del huevo sobre el pan rallado.
- Ahora pasamos la berenjena por pan rallado y las freímos.
- Del momento de la fritura no tengo foto,como los mejores paparazzi,se me terminó la batería de la cámara.Pero vaya que no tiene complicación,sólo decir que el aceite no debe estar muy fuerte y que sea abundante,si es de oliva o girasol ya como ustedes decidan.
- Cuando estén doradas las vamos sacando y las dejamos encima de papel de cocina hasta terminar con todas.
- Listas para servir,bien calientes están mucho mejor.
