Que sí, que soy muy pesada y cuando me da por algo es que soy muy cansina,
pero en casa por las tardes cuando piden algo dulce les ha dado por decir que sea de hojaldre por favor, y claro ahí estoy yo haciendo caso. Mira que les he explicado que en el blog tengo que poner un poco de todo, que ultimamente hay demasiado hojaldre, pero oye, ni caso. Así que dejo esta receta, y amenazo con más, que tengo pendientes y así las lanzo todas a la vez.
Es tan fácil, y quedas tan bien, y está tan ricos, que realmente lo complicado es decir que no. Una delicia para los golosos, y eso que el cabello de ángel no es una locura para mí, pero en estos pasteles sí.
Aquí os los dejo, vosotros veréis.
Necesitaremos: ( para 22 pastelitos)
- 1 lámina de hojaldre, yo del Lidl que es la que más me gusta, siento repetirme pero es cierto.
- Una pizca de azúcar moreno o blanco.Sólo en el caso de que el cabello no esté muy dulce, como me ha ocurrido en este caso.
- 300 grs de cabello de ángel, claro que dependo de cuanta cantidad pongáis para rellenar. Los míos estaban bien cargados.
- 1 huevo para pintar.
- Azúcar glass.
Lo primero que vamos a hacer es extender la masa y visualizar la cantidad de rectángulos en que vamos a dividirla.
- Una vez divididos, ponemos un poco de azúcar moreno o blanco, si el cabello no es muy dulce, en caso contrario no hará falta.
- Colocamos una cucharadita del relleno encima de cada cuadrado.
- Vamos calentando el horno al máximo, pues cuando abramos la puerta del horno, perderá calor, en ese momento lo bajamos a 200º.
- Cerramos los cuadrados sólo por los extremos, lo haremos suavemente y sin presionar demasiado, pues así nos subirá mejor el hojaldre por todas partes.
- Los vamos colocando en la bandeja del horno sobre papel de horno, en este caso utilicé el mismo papel en el que venía envuelto la masa de hojaldre.
- Batimos el huevo y pintamos suavemente cada pieza.
- Llevamos al horno, con veinte minutos será suficiente, mirad que tengan un bonito color dorado, si no es así dejadlos unos minutos más sin dejar de vigilarlo.
- Sacadlos y enfriadlos sobre una rejilla.
- Aún calientes y con ayuda de un colador, vamos tamizando sobre los pasteles el azúcar glass.
- Listos para servir una vez fríos, tardan un buen rato, pues el cabello de ángel guarda bastante el calor.