Oímos hasta la saciedad, que las legumbres hay que comerlas todo el año y al menos dos veces por semana, pero ayyy, cuando llega la calor, en casa la cuchara no la quieren como no sea para meterla en un gazpacho, un salmorejo o los helados. Y reconozco que las relego al fondo de la despensa, como si las pobres hubieran cometido algún delito.
Las lentejas ya probé a hacerlas en ensalada, pero no colaron. No puedo decir lo mismo con las alubias y los garbanzos, que después de varios intentos; tras ir variando los ingredientes y oír la opinión de todos los comensales, dí en la tecla. De esta forma se lo comen sin rechistar y repiten plato : -" No le pongas zanahoria", vale . . . -"Para mí, la cebolla sobra, que después se repite", de acuerdo . . . -"Los espárragos no pegan aquí", Ok, lo tendré en cuenta . . . y así la hice a gusto de todos, con menos ingredientes, pero bien avenidos como las familias cortas.
Como el Otoño llegó de forma oficial el pasado viernes, y poco a poco todas iremos sacando a relucir irremediablemente nuestros platos de cuchareo, antes quiero despedir al Verano con una ensalada. Aunque yo las como casi a diario, todo hay que decirlo. Los días más fríos, en vez de tomarlas con los grados del frigo, las dejo a temperatura ambiente, pero sin ellas no puedo estar, me quedaría coja en la cocina, son parte de mis menús.
Por aquí seguimos con un tiempo envidiable: fresquito mañanero, días de manga corta, y en las noches apetece taparse para evitar el pelete. Los fines de semana disfrutando del sol en la playa; menos mal, porque me está costando volver a la rutina, lo que no te puedes imaginar este año.
No descubro la pólvora con esta receta, ni lo pretendo. Pero como el blog al fin y al cabo, no es más que un recetario virtual con platos sencillos del día a día; había que hacer un hueco para dejar esta ensalada, y de paso empezar a abrir los botes de atún que preparé a principio de Junio. Los de Julio y Agosto están todavía guardados en la despensa, esperando su momento. Que no es por nada y como no tengo abuela, ya me lo digo yo solita, han quedado pámorirsedericos !!! Vaya lomos de atún embasados, todo un lujo de los buenos. Cuando voy al super y los veo de menor tamaño en las repisas dedicadas a las Delicatessen, y tienen un precio de infarto, me asoma una sonrisa al pensar todos los que tengo en la despensa jajaja
Bueno, sin más historias y sin el paso a paso, por razones obvias, aquí vamos hoy. Que cortar en dados todos los ingredientes, reunirlos en un cuenco, aliñarlos al modo tradicional, y repartirlos de forma armoniosa, no tiene ciencia alguna.
Las lentejas ya probé a hacerlas en ensalada, pero no colaron. No puedo decir lo mismo con las alubias y los garbanzos, que después de varios intentos; tras ir variando los ingredientes y oír la opinión de todos los comensales, dí en la tecla. De esta forma se lo comen sin rechistar y repiten plato : -" No le pongas zanahoria", vale . . . -"Para mí, la cebolla sobra, que después se repite", de acuerdo . . . -"Los espárragos no pegan aquí", Ok, lo tendré en cuenta . . . y así la hice a gusto de todos, con menos ingredientes, pero bien avenidos como las familias cortas.
Como el Otoño llegó de forma oficial el pasado viernes, y poco a poco todas iremos sacando a relucir irremediablemente nuestros platos de cuchareo, antes quiero despedir al Verano con una ensalada. Aunque yo las como casi a diario, todo hay que decirlo. Los días más fríos, en vez de tomarlas con los grados del frigo, las dejo a temperatura ambiente, pero sin ellas no puedo estar, me quedaría coja en la cocina, son parte de mis menús.
Por aquí seguimos con un tiempo envidiable: fresquito mañanero, días de manga corta, y en las noches apetece taparse para evitar el pelete. Los fines de semana disfrutando del sol en la playa; menos mal, porque me está costando volver a la rutina, lo que no te puedes imaginar este año.
No descubro la pólvora con esta receta, ni lo pretendo. Pero como el blog al fin y al cabo, no es más que un recetario virtual con platos sencillos del día a día; había que hacer un hueco para dejar esta ensalada, y de paso empezar a abrir los botes de atún que preparé a principio de Junio. Los de Julio y Agosto están todavía guardados en la despensa, esperando su momento. Que no es por nada y como no tengo abuela, ya me lo digo yo solita, han quedado pámorirsedericos !!! Vaya lomos de atún embasados, todo un lujo de los buenos. Cuando voy al super y los veo de menor tamaño en las repisas dedicadas a las Delicatessen, y tienen un precio de infarto, me asoma una sonrisa al pensar todos los que tengo en la despensa jajaja
Bueno, sin más historias y sin el paso a paso, por razones obvias, aquí vamos hoy. Que cortar en dados todos los ingredientes, reunirlos en un cuenco, aliñarlos al modo tradicional, y repartirlos de forma armoniosa, no tiene ciencia alguna.
{4 personas}
400 grs Garbanzos cocidos
Un trozo de pepino cortado en dados
Un aguacate cortado en dados
2 tomates pelados cortados en dados
Un trozo de queso blanco artesano cortado en dados
Atún en conserva en trozos
Aliño:
Aliño:
Aceite Oliva Virgen Extra
Vinagre
Sal marina
Como a alguna en casa todavía el tema de las verduras lo lleva regulín, le monté la ensalada sobre dos rodajas gruesas de aguacate, que a eso no sabe negarse, y dejó el plato rebañado.
Ala, a disfrutar.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, espero que seas feliz.