8 de mayo de 2017

Mermelada de Fresas en Microondas {Apta para Diabéticos}

         

A la mermelada de fresas le tengo un especial cariño, además de seguir siendo una de mis preferidas, fue con la primera que me estrené en el mundo mermeladero.

Hace taitantos años, un amigo de la familia tenía plantación de esta fruta tan rica, y cuando la campaña de recogida daba a su fin, aún las plantas producían fresas, pero no en la cantidad suficiente como para ser rentable recogerlas. Y ahí es, cuando Andrés invitada a los amigos a pasar por su campo antes de arrancar las plantas; y recolectar todas las fresas remolonas que quisieras para llevártelas a casa. Eran dulces como un caramelo.

Decididamente era el momento perfecto de hacer mermelada, y además, estaba deseando probar la receta familiar que me pasó mi amiga Maite. En casa de mi madre, nunca se había hecho esta conserva con anterioridad, así que para mí era toda una aventura. Terminé con más de 25 kilos en la cocina, imaginate si me estrené a lo grande. Busqué botes de cristal hasta debajo de las piedras y llamé a familiares y amigos para que hicieran su aportación. Como si mi casa fuese un contenedor verde de reciclaje de vidrio, conseguí los suficientes para la primera remesa. Siguió otra, una semana después.

            

Sigue siendo la mermelada que nunca falta en mi despensa, aunque he simplificado la forma de hacerla, la cantidad y el tipo de azúcar que utilizo . . . hay que ir renovándose. Si te soy sincera, de fresas solas es la que más me gusta, pero las combinaciones que me parecen también deliciosas y que he probado, son: {fresas/canela}  {fresas/whisky}  {fresas/plátano}  {fresas/naranja} {fresas/moscatel} {fresas/Pedro Ximenez} y {fresas/chocolate}. Si te atreves con alguna de ellas, me lo cuentas ¿vale? Te aseguro que todas sorprenden por su sabor.

Como ya te he contado en otras mermeladas anteriores, con el tiempo han dejado de gustarme las preparaciones tan dulces, así que cuando las preparo, reduzco al máximo el azúcar. En esta ocasión, he aplicado la proporción 3x1. Es decir tres partes de fruta por una de azúcar, pero si las fresas  hubieran sido más dulces, con 200 grs. hubiera tenido suficiente.
Después sigo el proceso de esterilizar, envasar y guardar. Unas etiquetas monas y mermelada para todo el año, o casi, porque vuelan que da gusto.
 
Animate a hacer mermeladas caseras, nada que ver con las comerciales. Y no me vale que digas que no tienes tiempo, porque la receta de hoy no puede ser más fácil y rápida. Si no acostumbras a hacer conservas, reduce la cantidad de mermelada, haces solo un bote y lo conservas en el frigo. Prueba con distintas frutas según sea la época y tus preferencias.
Pasito a paso le cogerás el gusto, ya verás como no la volverás a comprar.



1 Kilo de fresas
300 grs Azúcar de Abedul
1 Límón exprimido
200 mls Agua mineral
4 grs Gelatina neutra en polvo

** Utilizo el Azúcar de Abedul, porque tiene menos calorias que el blanco y además lo pueden consumir las personas diabéticas, en caso de utilizar Azúcar blanca, la cantidad es la misma. No notarás diferencia en el resultado**



 

- Bajo el grifo lavamos las fresas, no las sumerjas en agua, solamente es lavarlas.
- Elimina los pedúnculos de las fresas y las hojas.
- Se trocean y colocan en un cuenco profundo. Mientras cuecen, hacen bastante espuma y pueden desbordarse, así que ten en cuenta el tamaño del recipiente donde vas a hacerlas.
- Llévalas al microondas durante cinco minutos a máxima potencia.


- A los cinco minutos, sacas el cuenco, y añade el limón exprimido y el azúcar de abedul.
- Calienta los 200 mls de agua y disuelve la gelatina en polvo.
- Lo añades al resto de los ingredientes, mezclando bien.
- Vuelve a llevar las fresas al micro, otros quince minutos. Pero, las mueves de cinco en cinco minutos para que no se vayan a quemar.


- Pasado este tiempo, comprueba el espesor. Puedes hacer la prueba del plato frío, no falla. Para ello solamente tienes que dejar un plato en el congelador mientras haces la mermelada.  Cuando termine el tiempo de cocción, sacas el plato, dejas una pequeña cantidad de mermelada sobre él y pasas el dedo, si no se cierra el camino, está lista.
- Si te gusta la mermelada con tropezones, la dejas tal cual, en caso contrario, dale un golpe de batidora. Yo no lo hice.
        

 - Una vez fría, habrá espesado más.
    

Para conservarla, una vez la saques del micro, rellena los botes previamente esterilizados, y los colocas boca abajo hasta el día siguiente, ya habrán hecho el vacío y los puedes guardar sin problema.
    

Ya hemos terminado.
No la gastes toda, que en una próxima entrada, te cuento dónde la vamos a necesitar.

. . . Y ahora . . . ¿desayunamos?


Esto es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz.