Cuando llega el mes de Julio, en las tiendas y grandes superficies ves la Campaña de la Vuelta al Cole con todo el material correspondiente: mochilas, lápices, reglas, compases, cuadernos . . .
En Septiembre nos machacan con Halloween, las calabazas, las arañas y toda la parafernalia. Al mes siguiente nos plantan los turrones, tropecientos mil juguetes, colonia a cascoporro y los clasiquísimos villancicos por esa megafonía chirriante . . . y así a fuerza de hacerlo todo con tanta antelación, cuando llegan las fechas señaladas {dos meses después} está una, hasta el moño de los adornos del árbol, de San José, de la mula y el buey desterrados; y no te cuento de ♫ Los peces en el río ♫ La burra que va a Belén Rin Rin ♫ y que te feliciten las Fiestas . . . Fun Fun Fun ♫
Y con los Blogs de cocina ha pasado tres cuartos de lo mismo. Ya casi todas estáis pensando en las comilonas venideras, cómo decorar la mesa, la disposición de las velas, los mantecados llevan semanas asomando la patita, así como los platos festivos para agasajar a nuestros invitados. Hasta algún Roscón de Reyes he visto . . . eso si que es ir adelantando camino.
No es por ir contra corriente, pero me voy a resistir un poco más, y empezaré a pensar en estas cosas en cuanto pase el puente de Diciembre. Es cuando se ha dado siempre el pistoletazo de salida para empezar a sacar los espumillones, el árbol, las bolas, las campanitas y hasta la estrella que lo corona. No es que una peque de clásica y tradicional precisamente, es una cuestión más bien de salud mental.
No es por ir contra corriente, pero me voy a resistir un poco más, y empezaré a pensar en estas cosas en cuanto pase el puente de Diciembre. Es cuando se ha dado siempre el pistoletazo de salida para empezar a sacar los espumillones, el árbol, las bolas, las campanitas y hasta la estrella que lo corona. No es que una peque de clásica y tradicional precisamente, es una cuestión más bien de salud mental.
Cada vez veo que se corre más, se tiene más prisa, se aprieta el acelerador imaginario de nuestra existencia y total ¿para qué? para terminar cansados y aburridos antes de tiempo. Después nos quejamos que la Vida pasa galopando, que vuela y se nos cuela entre las manos. Pero si es que nosotros, alguna veces sin proponérnoslo, también la empujamos más de la cuenta ¿no te parece?
Y ya no me enrollo más, hoy vengo con un plato del día a día. Sencillo, tradicional y sin ser típico de ningún lugar en concreto, si lo es de los fogones de nuestras casas. La ternera así guisada queda también riquísima, y por supuesto si prefieres pavo o cerdo, adelante. Pero con la que más me gusta es con pollo.
Y ya no me enrollo más, hoy vengo con un plato del día a día. Sencillo, tradicional y sin ser típico de ningún lugar en concreto, si lo es de los fogones de nuestras casas. La ternera así guisada queda también riquísima, y por supuesto si prefieres pavo o cerdo, adelante. Pero con la que más me gusta es con pollo.
Como cada maestrillo tiene su librillo, así lo hago y te lo
cuento.
{ Para tres personas de buen diente }
1 Pollo partido en trozos grandes {Utilicé 3 muslos con contra muslos}
1 Cebolla mediana
2 Dientes de ajo
1 Zanahoria
1 Pimiento Rojo
Guisantes congelados o Naturales (no valen los de lata)
2 Cdas de Tomate Triturado
1 Hoja de Laurel
1 Pizca de Tomillo
1 Vaso de Agua o Caldo de pollo
1 Vaso de los de agua de Vino Semi Dulce o Seco (según gustos)
Aceite de Oliva Virgen Extra
Pimienta Negra molida
Sal Marina
- Quitamos la piel al pollo, troceamos y salpimentamos.
- En un caldero más ancho que alto, ponemos un fondo de aceite y doramos el pollo, primero por un lado.
- Y después por el otro, lo retiramos a una fuente y reservamos.
- Mientras, cortamos la verdura en tiras.
- En el mismo caldero, añadimos un poco más de aceite y refreímos a fuego lento primero la cebolla, los ajos y la zanahoria.
- Pasados unos diez minutos, cuando la cebolla transparente, incorporamos los guisantes y el pimiento rojo.
- Añadimos también la sal, la hoja de laurel y el tomillo.
- Dejamos sofreír unos diez minutos más, moviendo de vez en cuando.
- Cuando las verduras estén a casi hechas, incorporamos el tomate triturado, movemos un poco y añadimos el pollo sobre las verduras.
- Agregamos el vaso de vino semi dulce y el de agua (o caldo de pollo)
- Tapamos y dejamos cocer durante veinte minutos a fuego medio bajo. Del 1 al 10 . . un 4
- Para mover lo haremos por las asas, no metas la cuchara.
- Mientras, preparamos el acompañamiento, en este caso unas papas arrugadas.
Paso a paso AQUÍ
- A los veinte minutos, destapamos, y dejamos cocer diez minutos más ya sin tapa para que reduzca la salsa. Rectificamos de sal si hace falta.
- Listo para servir.
Se me olvidaba decirte que saques bastante pan, te va a hacer falta.
- Es habitual acompañarlo de papas fritas o arroz blanco, pero con papas arrugadas nos encantan.
- Lo puedes cocinar también con la piel, en ese caso añade menos aceite pues el pollo quedaría demasiado grasiento.
- Desde que un día me quedé sin vino blanco y le añadí el semi dulce, lo hago siempre así, queda una salsa deliciosa.
- Puedes añadir también el pimiento ya asado, pero hazlo los últimos diez minutos.
- Si tienes que comer en el trabajo, ir a la playa o salir de excursión; es un plato de diez.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz o al menos, inténtalo.