1 de septiembre de 2014

Mojo Verde

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Estrenamos Vuelta a la Vida Bloguera

   ¡ ¡ ¡ BIENVENIDISIMOS a todos los que se acerquen de nuevo a mis fogones ! ! !

Haciendo alusión a la popular y horrible canción veraniega de Georgie Dann, en la que preguntaba ¿mami que será lo que tiene el negro? me cuestiono lo mismo pero en plan salsero ¿que será lo que tiene el MOJO?
Porque todo el que viene a las Canarias y prueba los MOJOS  cae rendido ante su sabor. Y tiempo después, cuando oye la palabreja se le dibuja una sonrisa, porque estas deliciosas salsas formaron parte de unas vacaciones inolvidables y maravillosas que pasaron en alguna de nuestras islas.

Esa al menos es la tónica general de todos los correos que me habéis escrito pidiendo la receta y preguntando cuándo iba a publicar el Mojo Verde.
Pues aquí está, ahora a salsear toca.

El Mojo Verde tampoco puede faltar en nuestras mesas cuando comemos pescados, pulpos, lapas, clacas, quesos o papas. Al igual que ocurre con el Mojo Rojo, no hay dos iguales. Hoy traigo el que hago en casa, que a base de probar y variar es el que nos gusta a nosotros, aunque como ya digo hay diversidad de ellos, y todos ricos sin lugar a dudas.

 Éste si que me gusta hacerlo en el mortero, para que los ingredientes no queden totalmente molidos, sino con pequeños tropezones, que te vas encontrando mientras lo comes.
         

Mis hijos, ahora que hace calor y se preparan unos buenos bocatas para ir a la playa, en vez de mahonesa, el pan lo untan de mojo, verde o rojo, según si el relleno es de carne, queso o  pescado en conserva.
       

                           Y  vamos al lío, que estoy segura de que os va a encantar.
                     
 
         
                 


* Lavamos el perejil y eliminamos los tallos. Solamente utilizaremos las hojas.
* Pelamos y quitamos el germen a los ajos.
* Lo primero que ponemos en el mortero es la sal gorda, los granos de cilantro, el orégano y el comino en grano. Empezamos a majar con el mortero.
* Añadimos el perejil, y seguimos machacando. Añadir la sal gorda poco a poco, nos facilita el trabajo.
* Ahora, agregamos el aceite poco a poco, se irá introduciendo y absorbiendo el sabor del resto de ingredientes.
* Por último, incluimos el vinagre, despacio y sin dejar de mover, rectificamos de sal, y ya lo tenemos listo.

Por supuesto puedes abreviar todos los pasos anteriores, si introduces los ingredientes en el vaso de la batidora, y le das marcha.
     
        

Si eres de los que te gusta el cilantro fresco, puedes hacer el mojo verde sólo con él. Si le añades perejil fresco o pimiento, suavizas el sabor. En ese caso la proporción suele ser: ramillete de cilantro, medio ramillete de perejil y trozo de pimiento.
Conseguiremos nuestro mojo verde a base de probar cantidades, rectificar y combinar los ingredientes.

En el frigo, bien cerrado, te puede durar hasta semanas. Sólo tienes que agitar antes de consumirlo, ya que el aceite tiende a subir a la superficie, desligándose del resto de ingredientes.

Personalmente el cilantro fresco, no me gusta, pero sus semillas si. Por eso, te animo a que hagas tu mojo, como un buen perfume, personalizado, sin que haya dos iguales.
Hay infinidad de mojos verdes. He comido alguno, más moderno, que incluye pulpa de aguacate, y tengo que reconocer que estaba simplemente delicioso.

Así que de nuevo recalco, al igual que hice en la receta del mojo rojo; asegurar que en tu cocina se elabora el verdadero mojo, es estar equivocado.
En la cocina tradicional, es lo que ocurre, la base es la misma, las variantes, infinitas.
      

**Receta de los otros mojos del blog:  aquí y aquí.
      
     Y eso es todo amigos, hasta la próxima entrada, sean felices o al menos inténtenlo.