2 de junio de 2014

Espiga De Pan



Que conste en acta que hoy tenía pensado hacer una entrada dulce y muy rica. Publicar dos panes seguidos es inaudito en este blog, aunque me apasiona andar entre harinas y aguardar los tiempos como un ritual, no es cuestión de hacerse la pesada con el tema panadero.
 En mi descargo alegaré, que fue mi amiga Macu, la que me desbarató todo los planes.
Hizo el viernes pasado unos bocadillos, que tenían que estar, para ir haciéndole la ola durante un rato por la calle. Que si longaniza de su barrio, que si mermelada de cebolla que si canónigos, que si pan de picos. . . .
         

Y claro, una que es muy sensible, fue ver el pan y decir algo así como . . . . ¡¡¡ lo hago ahora mismo !!!. La vena amish que tengo, todavía no me dio tan fuerte como para hacer la longaniza en casa.  . . . de momento.
Como estaba de descanso por ser día de fiesta en mi Comunidad, me lancé con la masa y aquí traigo el resultado. Un rico pan Epi como lo llaman algunos o Espiga de pan, como lo llama la mayoría, menos mi Macu, que lo llama pan de Picos . . . . . es que ella es de Alcoy, y allí son así.
 

Por cierto, en casa ha sido un éxito bestial rotundo. Mi hijo mayor dice que es el mejor que he hecho nunca. Ya le contesté que tiene memoria de pez y que mis panes están buenos siempre {orgullo de panadera, le llaman a eso}.
No hace falta ni cuchillo, lo dejas en la panera y cada uno va arrancando las porciones, y todas están crujientes como si fuesen los picos de los bollos.
En fin, vamos al lío, que de verdad, el pan más fácil no puede ser.

      



  • Ponemos los ingredientes en la cubeta de la panificadora o amasadora en el siguiente orden: Levadura, agua templada, harina mezclada con el gluten y la sal. Si lo haces a mano, en el mismo orden, colocas los ingredientes en un cuenco grande y amasas hasta que consigas una masa manejable y que no se pegue a las manos. En ese momento la dejas sobre la encimera y terminas de amasar ahí.
  • Elegimos el programa de amasado, que dura quince minutos. Después dejamos que doble el volumen, tardará unos cuarenta y cinco minutos. En invierno, algo más.

  • Enharinamos ligeramente la encimera y volcamos la masa. 

  • Desgasificamos y hacemos una bola.

    • Dividimos la masa en dos y estiramos con el rodillo en forma de rectángulo.

    • Empezamos a enrollar sobre si mismo, hasta dejar formada una barra. El cierre lo dejamos abajo.

    • Presionamos ligeramente entre los dedos, con las dos manos a la vez, desde el centro hasta los extremos, con este movimiento alargaremos un poco más la barra de pan e igualaremos el grosor.
    • Colocamos la barra, en diagonal pues no cabría de otra forma, en la bandeja del horno.

    •  Con un cuchillo muy afilado o cuchilla, hacemos un corte limpio en la barra de punta a cabo. El corte, solo será superficial, para romper la futura corteza del pan cuando esté horneando.

    •  Con unas tijeras en posición muy inclinadas, vamos haciendo cortes del mismo grosor, sin llegar al fondo de la barra. Los trozos cortados, los vamos girando a derecha e izquierda alternativamente, hasta acabar con la barra. Esta es la parte más divertida !!!
    • Ya tenemos formada nuestra espiga.

    • Espolvoreamos ligeramente con harina, nos ayudaremos de un colador, o tamizador  para repartirla uniformemente.
    • Taparemos con un paño de algodón hasta que doble volumen. Unos cuarenta y cinco minutos, de nuevo.
    • Precalentamos el horno a 250º y en el momento de introducir el pan, lo bajamos a 200º. Colocamos la bandeja en la segunda posición empezando por abajo. Y tiramos medio vaso pequeño en el fondo del  horno, para que haga vapor y la corteza sea fina pero muy crujiente. Lo dejaremos unos quince minutos. Calor arriba y abajo.
    • Pasado este tiempo, subimos de posición la bandeja, a la segunda ranura empezando por arriba. Volvemos a volcar medio vaso pequeño de agua en el fondo, para producir vapor de nuevo, y dejamos que se tueste un poco más. Entre cinco y diez minutos. Vosotros elegís el tueste que más os guste.

    •  Dejamos enfriar sobre una rejilla y listo para comer.


    • Cuando trabajo con masas, nunca incluyo desde el principio toda el líquido que se indica. Reservo una pequeña parte, sin añadir, y según la voy amasando añado o no, según vea la necesidad de hacerlo.
    • La masa de este pan es dura, es una masa que se tiene que despegar perfectamente de la cubeta si la hacemos en la panificadora o amasadora ; o de la encimera si trabajamos directamente sobre ella. Es muy fácil de trabajar.
    • Con esta cantidad han salido tres panes. La más grande con la mitad de la masa. Y de nuevo dividí la otra mitad en dos, y aunque más pequeñas, necesitaron el mismo tiempo.
    • Siempre tengo gluten en casa para convertir la harina normal, en harina de fuerza si necesito utilizarla. En caso de que tú compres la Haria de Fuerza, la mezcla definitiva para este pan sería : 300 grs Harina de Fuerza + 300 grs Harina de Trigo. Por supuesto, no añadiríamos gluten.
    • El Gluten de Trigo, lo compro en el Herbolario. Lo suelen tener de forma habitual, si no es así en el vuestro lo podéis pedir, seguro que os lo sirven sin problema. No lo compro ecológico, pues el precio suele rondar los 9 €, y el que utilizo suele rondar los 2.85€. el medio kilo, que cunde para bastantes panes.
    • El enfriado sobre una rejilla es fundamental, de otra forma, el pan sudaría, y quedaría húmedo por la parte que está en contacto con la bandeja. Queremos un pan crujiente y seco.
    • Siempre indico las cantidades en gramos, tanto las líquidas como las sólidas. No confundir este dato, para obtener buenos resultados.
               

    Bueno, pues eso es todo amigos, hasta la semana que viene, espero que os guste tanto como a nosotros.
    Macu, la semana que viene, la receta le va a encantar a tu Gabriel, ya verás. Anda bonita y a ver si hoy te convenzo de una vez por todas, y te pones a espigar un rato. . . . aunque sea de forma esporádica.