Lo cierto es que cuando me dieron esta receta.....me quedé pensando si hacerla o no.
Aunque al final me pasó como al gato, que me pudo más la curiosidad y acabé por hornearlo, sin tenerlas todas conmigo.
El resultado fue estupendo y no quería dejar de enseñaros este queque, que raro es un rato, porque sin huevos, lácteos ni zumo, la cosa tiene su miga, y qué miga !!!
Para los intolerantes a éstos ingredientes, creo que es el pastel perfecto.
En fin, que me ha gustado mucho, cunde eh, porque es contundente en textura y sabor. Pero qué a gusto me quedé cuando vi que el invento funcionaba....si es que no tiene casi de nada.
Cuando dije en casa lo que no llevaba, mi madre se reía : - Ay niña, donde se ha visto un bizcocho sin sus buenos huevos.....pues está rico ¿seguro que no los lleva?...en fin, qué cosas hay que ver.
Y aquí os dejo la receta para que la veáis vosotros y la hagáis si os parece bien.
Éstas son las tazas medidoras que utilizo.
1 cup harina = 145 gr
1 cup harina integral = 155 gr
1 cup azúcar blanco = 200 gr
1 cup azúcar moreno = 200 gr
1 cup azúcar glass = 115 gr
1 cup cacao en polvo = 85 gr
1 cup de mantequilla = 225 gr
Éstas son las cucharas medidoras:
1 tablespoon = 15 ml
1/2 tablespoon = 7,5 ml
1 teaspoon = 5 ml
1/2 teaspoon = 2,5 ml
- En un cuenco grande ponemos todos los líquidos y movemos, mejor con varillas manuales.
- Añadimos entonces los ingredientes secos, pasándolos por un colador para tamizarlos.
- Movemos el conjunto hasta ver que no haya grumos y todos los ingredientes están bien integrados.
- Volcamos la mezcla sobre el molde elegido, el mío alargado y forrado con papel de horno.
- Llevamos al horno precalentado a 180º durante unos cuarenta minutos, calor arriba y abajo.
- Comprobamos con una aguja para saber si está hecho, sacamos, dejamos enfriar dentro del molde.
** Aunque se puede utilizar tanto aceite de girasol como de oliva, tras probar con los dos, me quedo con el de girasol.
Y listo para tomar. Perfecto para el desayuno, merienda o antojos chocolateros a deshoras.