Hace unos días me enteré que mi sobrina Pili está enamorada y correspondida, claro, si no no tendría gracia. Una buena notica, no hay duda, además hoy es su santo, y aunque estemos a muchos kilómetros de distancia, lo importantes es sentir sin estar, y ella sabe que estoy aunque no nos veamos todo lo que nos gustaría.
Los molinillos para mí evocan viento, risas, libertad y alegría. Y como hoy es un día alegre para celebrar el día del Pilar he hecho estos molinillos de hojaldre. Pili son para tí, pero como no los podrás catar, los comeremos a tu salud.
Están muy ricos, son sencillos, los hacermos en un sinsentir y como acompañantes de un cafecito, hacen un matrimonio perfecto.
Así los hago y así os lo cuento.
Felicidades a todas las Pilar que pasen por aquí.
Necesitaremos: (para siete molinillos)
- 1 lámina de masa de hojaldre. He utilizado la del Lidl, es la que más me gusta con diferencia.
- 1 huevo para pintar.
- azúcar glass para espolvorearlos.
- Semillas de sésamo.
- Calentamos el horno, arriba y abajo, al máximo de temperatura.
- Cortamos la lámina en cuadrados grandes, como de 10 cms cada uno.
- Cruzamos en diagonal con el filo del chuchillo, pero sin llegar a cortar el centro del cuadrado.
- Cogemos una punta de cada una de las partes (son cuatro) del cuadrado y las llevamos al centro.
- Hacemos unas bolitas pequeñas con un trozo de la masa y las ponemos encima del centro una vez hallamos llevado las cuatro puntas.
- Batimos un huevo y pintamos las superficie.
- Espolvoreamos unos granos de sésamo.
- LLevamos al horno a 200º. Y tras 20 o 25 minutos estarán listos.
- Espolvoreamos con azúcar glass.
- Despegamos con cuidado, y le insertamos aún calientes los palillos si los vamos a presentar así.
- O los colocamos en una rejilla para que se enfríen.