16 de octubre de 2015

Salsa de Arándanos


¿A ti te gusta compartir silencios?

Me preguntó de repente un familiar adolescente hace unos meses. Lo cierto es que me dejó un poco descolocada. Creo que lo primero que le contesté fue: " depende de con quien  ".
Y me dijo que le ocurría igual, que ella sabía si estaba a gusto con alguien {sin necesidad de que le gustase en el sentido de noviete ni nada por el estilo; incluía también a sus amigas} cuando se creaban momentos de silencio y no necesitaba hablar o decir una ocurrencia para acabar rellenando ese espacio mudo.



Mejor explicado, imposible.
Nada hay más engorroso que un silencio no esperado, sobre todo, cuando estás acompañado de alguien con el que no tienes mucha confianza; o mantienes una conversación trivial y de pura cortesía social. Y nada más agradable, que compartir un gran silencio cuando estás en  buena compañía.
Después de irse, seguí dándole vueltas al tema, y recordé momentos silenciosos, incómodos y cortantes de la vida {de los que ahora me río a mandíbula abierta}
y otros que no lo fueron tanto.
 Durante unos años el silencio estuvo ausente en mi día a día, y es normal que así fuese. Teniendo niños en casa; con sus voces, risas, peleas, carreras y juegos, se llenaba todo el espacio.
En ocasiones llegué a pensar que no oía ni a mis propios pensamientos.

Ahora, con el transcurrir de los años, me he dado cuenta que disfruto con él.
Y soy una afortunada, pues al cabo del día puedo tenerlo aunque sea en cortos plazos.



Hoy te dejo una Salsa de Arándanos riquísima, que hago siempre para acompañar los Tequeños. Preparan una muy parecida en la arepera a la que solemos ir desde hace más de quince años.
Evidentemente las cantidades no me las dieron, pero si los ingredientes.
A veces ser una fiel clienta, tiene su recompensa.
Sobre cualquier carne o tostada, te aseguro que es deliciosa. O simplemente a cucharadas como es capaz de comerla alguno de mis hijos, sin más.

Ya verás cuando la pruebes: se hará un gran silencio en tu mesa.  Y compartirás ese mutismo nada incómodo, dando paso a continuación a la aprobación y algarabía de un hallazgo tan sabroso.
Siempre ocurre igual.


NECESITAREMOS
    

** Si utilizas xilitol {azúcar de abedul} es la misma cantidad que de azúcar moreno. Queda igual de rica y así es apta para diabéticos**


CÓMO LA  HAREMOS





 Tan sencillo como poner en un caldero a fuego medio, el zumo de naranja con los arándanos, y esperar diez minutos hasta que están casi cocidos. No hay ningún problema si los compras congelados. Los dejas descongelar a temperatura ambiente antes de utilizarlos y quedan perfectos.
Añadimos entonces, todos los ingredientes secos y dejaremos cocer diez minutos más, también a fuego medio.
Apartamos la preparación, eliminamos el laurel, el pedúnculo del chile y colamos. No la pases por la batidora, porque la textura cambia totalmente. Por experiencia te aseguro, que queda mejor así.
Guardar en un bote hasta el día siguiente, los sabores habrán armonizado y ganará en sabor.



Si te gusta el queso rebozado, a la plancha o frito, es un acompañamiento perfecto.

Me encanta, especialmente con el paté.

Hoy no me dirás que no ha sido fácil ¿eh?

Que la disfrutes.


Nos vemos en unos días.
Hasta entonces, se feliz, o al menos inténtalo.