Puede ser un hecho demostrable, que en cuanto aparecen las primeras cerezas en el mercado, todo el mundo las compra por kilos y siempre parecen pocas. Es de esas frutas, que una espera pacientemente a que llegue su temporada.
Y aunque tienen un sabor extraordinario, hacer mermelada con ellas, no es tan habitual como con otras frutas. Te aseguro que además de fácil, tiene un gusto tan delicado y un color tan intenso; que personalmente opino, que no necesita que se hermane con especias, ni otras frutas.
Y aunque tienen un sabor extraordinario, hacer mermelada con ellas, no es tan habitual como con otras frutas. Te aseguro que además de fácil, tiene un gusto tan delicado y un color tan intenso; que personalmente opino, que no necesita que se hermane con especias, ni otras frutas.
En nuestro país, tenemos la suerte de contar con abundante superficie destinada al cultivo del cerezo. Siendo Aragón, Extremadura, Cataluña y la Comunidad Valenciana las que despuntan y tienen fama por la calidad de sus frutos. Éstas concretamente, son del Valle del Jerte.
Si te digo la verdad, hasta hace unos años, no hacía ningún postre con ellas. Me limitaba a lavarlas y a comerlas como una posesa, que es en lo que me convierto en cuanto toco el primer rabito de la caja.
Pero tras probar que en los bizcochos me gustó el resultado, me aventuré a hacer un delicioso clafoutis que he preparado ya muchas veces y me sale casi con los ojos cerrados. Le siguieron unas tartaletas con natillas de chocolate y un tiramisú rebueno, pero de los que no tengo constancia porque el Verano pasado me los comí sin testigo fotográfico, si me da tiempo este año repito y las subo, pero no prometo nada. Empiezo a necesitar unas vacaciones y la cámara de fotos también.
No quiero repetirme más que el ajo, y lo que te cuento a continuación, lo aclaro en casi todas mis recetas de mermeladas, pero si eres nueva por aquí, quiero que sepas: 1) Hace muchos años que hago mermeladas, y cada vez reduzco más la cantidad de azúcar. 2) No sigo la regla estándar del 1:1 (igual cantidad de azúcar que de fruta) y para mi gusto, ni siquiera el 1:1/2 (mitad de azúcar que de fruta). Antes de hacerlas, tengo que probar el dulzor, la madurez y sobre todo, dejo primar el sabor natural. Siempre digo que soy golosa, pero no me gustan los empalagos.
Y ahora, vamos al lío ¿te parece?
1 Kg de Cerezas (750 grs una vez pesadas sin hueso)
200 grs Azúcar de Abedul (Xilitol)
2 Cdas de Whisky
**Si utilizas Azúcar Blanca, es la misma cantidad. La panela o el Azúcar moreno no me gusta utilizarla en esta receta porque le altera mucho el sabor**
- Lavamos las cerezas, eliminamos los rabitos.
- Quitamos también los huesos. Puedes ver un paso a paso de cómo hacerlo AQUÍ
- Una vez eliminados todos los huesos, reservamos las cerezas.
- En el mismo caldero donde vamos a hacer la mermelada, mezclamos las cerezas con el azúcar de abedul y dejamos dos horas como mínimo.
- Veremos cómo la fruta, va soltando sus propios jugos.
- Las llevamos a fuego fuerte hasta que rompa a hervir.
- Bajamos el fuego a medio-bajo y dejamos unos cuarenta minutos más.
- Movemos de vez en cuando, y cuando veamos que la fruta está ya cocida y que al presionar
con la cuchara está blanda y ha perdido bastante volumen, batimos.
- Si quieres encontrarte tropezones, aparta algunas antes y las añades tras el batido, o bate poco para que quede gruesa. Eso ya va en gustos.
- Una vez batida, añade el whisky, deja cocer diez minutos más. Perdón por la foto del whisky, que parece que me he bebido la botella antes de hacerla :) salió totalmente movida . . . en fin.
- En un plato, puedes poner una cucharadita de mermelada y hacer una raya con el dedo. Si queda el camino hecho sin cerrarse, ya está lista.
- Date cuenta, que al enfriar espesa todavía más.
- Mientras hacemos la mermelada, podemos esterilizar los botes que vamos a utilizar para guardarla: los sumergimos en agua hirviendo y cocemos durante quince minutos junto a las tapas.
- Sacamos con unas pinzas y dejamos secar boca abajo sobre un paño de algodón limpio o papel de cocina.
- Todavía caliente la mermelada, rellenamos los botes hasta el borde.
- Los colocamos boca abajo para que hagan el vacío y dejamos así, hasta que estén fríos.
- Con esta cantidad de azúcar de abedul, te aseguro que queda bien dulce. Si utilizas azúcar blanca, es la misma cantidad.
- Añadirle el whisky fue el apunte de una artesana de las mermeladas. Me recomendó que si no le añado mucho azúcar, el alcohol ayuda a la conservación. Me puso como ejemplo el vinagre en el chutney (ella es alemana) y se dedica a la fabricación artesanal de mermeladas, mojos, chucrut y chutneys, oye que le hice caso. No notas ningún sabor.
- No hace falta añadir limón, pectina, ni gelatina para que espese.
- Con estas cantidades han salidio unos 450 grs de mermelada, supongo que dependerá de la clase de cereza, pero la he cocinado tres veces desde que empezó la temporada y ha sido siempre así, gramos arriba o abajo con poca variación.
- No hace falta añadir limón, pectina, ni gelatina para que espese.
- Con estas cantidades han salidio unos 450 grs de mermelada, supongo que dependerá de la clase de cereza, pero la he cocinado tres veces desde que empezó la temporada y ha sido siempre así, gramos arriba o abajo con poca variación.
Impresionante ¿te apetece?