17 de octubre de 2016

Alubias Blancas con Chorizo



De niña siempre terminaba castigada delante de un plato igual a éste.

El día que ponían alubias blancas, era un drama para mí. Con suerte, conseguía colarle algunas cucharadas al plato de mi hermano, que era mi compinche en estos menesteres, mientras los mayores no miraban.
Pero vamos, que el engrudo que se me formaba era de órdago y la imposibilidad de comerlo, porque de verdad que yo ponía empeño pero es que no podía; se traducía en unos llantos, que los oiría medio vecindario. Con decirte que por aquella época no me dejaba invitar para comer en casa de ninguna amiga, por el miedo a que ese día hubiera alubias en su casa . . . imaginate hasta donde llegaba el horror que les tenía.

Hoy sigue siendo la legumbre que menos preparo, doy paso prioritario a las lentejas { aquí } o los garbanzos { aquí y aquí }, pero al menos dos veces al año, hago un potaje de alubias blancas siempre por petición de mis hijos, lo como y hasta lo disfruto de verdad. En casa gustan así, bien colorados y con chorizo. Lo único que he ido cambiado con el tiempo es el pique, le damos un poco de alegría con el embutido picante, pero por lo demás respeto la receta del guiso que hacía mi tía,  que tantos lloros y disgustos infantiles provocó.

Un plato sencillo, humilde, de diario, económico y equilibrado. Aunque le añadimos chorizo, no tiene por qué ser un plato grasiento y pesado. Calculo dos rodajas por plato y acompañado de una ensalada y una fruta, me parece una comida estupenda y nada copiosa.

Aprovechando un día gris oscuro y algunas nubes lloronas, a petición de mi hija hice el primer potaje de la temporada . . . el radiante sol y los veintitantos grados salieron, cuando la comida ya estaba hecha . . . ahhhh, se siente !!! . . . todos a la mesa que empezamos.





500 grs de Alubias Blancas
1 Cabeza de ajos
1 Pimiento Verde
2 Zanahorias
2 Cdas Tomate Triturado
2 Papas medianas
Un buen trozo de chorizo picante o dulce, según preferencia
2 ctas Pimentón dulce
1 Hoja de Laurel
Chorretón Aceite de Oliva Virgen
Sal Marina
Chorretón de Vinagre



"Explicada al detalle, porque mi hija quería que lo contara como si me tuviera a su lado en la cocina, mientras los cocina por primera vez".

- Ponemos las alubias en un cuenco profundo y las cubrimos de agua, tienen que quedar sumergidas para que al hidratase sigan teniendo agua, así que deja unos tres dedos por encima que las cubra.
- Este paso se hace por la noche, al menos tienen que estar 12 horas en remojo.

- Al día siguiente, vemos cómo han crecido.
- Las colamos para eliminar ese agua del remojo que no nos sirve.
- Las llevamos a un caldero amplio y añadimos la sal y la hoja de laurel.
- Agregamos la cabeza de ajos y las 2 cucharaditas de pimentón dulce.
- Incluimos también las 2 Cucharadas de tomate triturado y agua hasta cubrirlas.
- Las zanahorias las pelamos y cortamos por la mitad,
- El pimiento lo lavamos y añadimos entero, sin el pedúnculo ni las semillas.
- Ponemos el fuego fuerte y cuando rompa a hervir, vamos retirando la espuma que se forma en la superficie.
- Asustamos las alubias con un poco de agua fría, y esperamos que vuelva a hervir. Las asustaremos dos veces más. {Asustar = cortar el hervor con agua fría}
- Añadimos un chorretón de aceite, como unas 3 Cucharadas en total.
- Bajamos el fuego y tapamos durante una hora. Movemos de vez en cuando por las asas.
- Pasado ese tiempo las alubias estarán duras todavía, le quedará una media hora más o menos, tiempo suficiente para añadirle las papas cortadas en trozos rotos y el chorizo en rodajas sin piel.
- Cuando se hayan cocido las papas, probamos para ver si las alubias están listas. Si no es así, dejamos un poco más hasta que estén blandas.
- Sacamos el pimiento, dos o tres cucharadas de alubias y una de las zanahorias junto con un poco de caldo.
- Batimos hasta dejar un puré fino y lo añadimos de nuevo al guiso. Quedará un caldo trabado y bien rico.
- Movemos con cuidado con la cuchara para que se integre bien.
- Dejamos cocer diez minutos más ya destapado.
- Rectificamos de sal si hace falta.
- Ya en el plato, cada uno le puede añadir una cucharadita de vinagre, realzará el sabor del guiso.

Listo para comer
¡¡¡Todos a la mesa!!!


 Al día siguiente está mucho más rico.



         Eso es todo por hoy, hasta la próxima entrada. Se feliz, o al menos, inténtalo.