Con estas caracolas llevo jugando al ratón y al gato más de un año.
Resulta que cuando veía los moldes para hacerlas, no me decidía a comprarlos pensando que ...."otro cacharrito" de cocina, iba a ser demasiado. Pero justo esos días visitaba blogs y las veía, y me arrepentía de no haberlos cogido.
Cuando volvía a la tienda una vez tomada la decisión, se habían acabado, y esta situación se repitió por tres veces. Comprenderéis que la última vez que los vi colgados en la estantería me tirara de cabeza a por ellos ¿verdad?
Así que el Domingo, las hice y lo cierto es que quedan unos pasteles muy resultones, que no te llevan más de media hora y que están riquísimos. Por supuesto, en comerlos tardan mucho menos, calculo que el tiempo de un suspiro....y de los cortos.
Empezamos con la receta.
- Primero vamos a hacer la crema para que se enfríe: Ponemos la mitad de la leche en un caldero a calentar, en un vaso dejamos el resto de la leche y disolvemos los dos sobres de preparado para flan. Una vez la leche esté templada le añadimos el chocolate troceado y el azúcar, lo derretimos {todo a fuego bajo}, sin que llegue a hervir le añadimos el preparado del vaso y movemos hasta que veamos que espesa. Retirar del fuego y reservar.
- El hojaldre lo extendemos y por la parte más ancha, lo cortamos en tiras, deben salirnos doce, así que calculad bien.
- Encendemos el horno a 180º para que vaya calentando.
- Las tiras las vamos enrollando en los moldes, empezando por la parte del final, es decir por la punta del cono.
- Pintamos los conos con huevo batido y los llevamos al horno entre veinte o veinticinco minutos, según veamos el color. Procurad que el final de la tira quede en la parte de abajo, para que no se abra al hornearlas.
- Las sacamos, y esperamos que estén frías para rellenarlas.
- La crema, una vez fría también, le damos un golpe con la batidora de mano y la ponemos en la manga pastelera, si no tienes las rellenas con una cuchara pequeña.
- Una vez rellenas, las llevamos un rato al frigo, para que la crema coja más consitencia. Las suelo poner en un plato sopero, para que haya mayor inclinación y la creme se acomode sin salirse de la caracola.
- Se pueden espolvorear de azúcar glasé, pero en casa las prefirieron así {creo que era para meterle antes mano}
Y eso es todo, sinceramente deliciosas.
**Os dejo el enlace al blog de mi amiga Pilar, lasdeliciasdepilar para que veáis que ella, que es una artista y muy "apañá" hace las caracolas artesanalmente. Yo, como soy más torponcia, me los tengo que comprar {risas}.