Tiene un sugerente color.
Un cuerpo estupendo. Su nombre es sensual . . . hasta musical dirán algunos.
Picante y ardiente por igual. Llega de otro Continente, y de Países llenos de contrastes.
Si entra en tu vida, no la dejarás escapar.
Picante y ardiente por igual. Llega de otro Continente, y de Países llenos de contrastes.
Si entra en tu vida, no la dejarás escapar.
Se vuelve imprescindible y allí donde cae, es la estrella del momento.
Yo la conocí dentro de una lata, y a esta primera le siguieron muchas más hasta que me decidí a hacerla casera. Mis hijos, se la añaden a todo lo que te puedas imaginar y más.
He probado muchas recetas, ésta de momento lleva ventaja. Pero no dejaré de seguir ajustando entre sus ingredientes. Aquí ocurre como con otros preparados de tradición: cada uno añade, resta o suma lo que le gusta. Pero siempre con la misma base: pimientos picantes.
Si no eres amante del pique, decididamente no es tu salsa. Pero si te gusta adormecer tus sentidos, te aseguro que tiene un sabor maravilloso. Tan solo vamos a utilizar una pequeña cantidad en guisos, adobos, tajines o en fina capa untada sobre pan. Bueno, y el último gran descubrimiento ha sido, mezclar una pizca {medida popular como ninguna} con
Queso Crema de Kéfir y comerla con picos de pan, lo confieso, un vicio monumental.
Me atrevo a decir que siempre la querrás tener en tu fondo de nevera . . . en la mía su presencia es constante. Ya cuido que no se termine, porque es un drama para algunos.
Te estoy invitando a hacerla ¿te atreves?
Seguro que donde vives, también hay pimientos picantes, utiliza los que tengas a mano. Siempre pienso que hay que buscar alternativas cuando nos gusta alguna receta, pero no contamos con los ingredientes originales a nuestro alcance.
Claro que sin desbarrar mucho, una cosa es amoldarse y otra bien distinta elaborar verdaderos desvaríos. Que como todas, he visto por ahí cada Paella o Gazpacho {por poner algún ejemplo} que le quita el hipo al más pintao.
La Harissa es una constante en la cocina Magrebí { Marruecos, Túnez, Argelia, Mauritania, Sáhara Occidental y Libia } así es comprensible la cantidad de recetas diferentes que existen.
La mañana que la hice, acababa de asar Pimientos en abundancia, utilicé éstos y los combiné con unas Pimientas Piconas que llevaban semanas secándose en la terraza. Sinceramente la salsa quedó divina. Como ves, entre lo ingredientes, utilicé mis flamantes Limones Encurtidos
¡¡ qué puntazo le dan a la comida !!
¡¡ qué puntazo le dan a la comida !!
Seguro que donde vives, también hay pimientos picantes, utiliza los que tengas a mano. Siempre pienso que hay que buscar alternativas cuando nos gusta alguna receta, pero no contamos con los ingredientes originales a nuestro alcance.
Claro que sin desbarrar mucho, una cosa es amoldarse y otra bien distinta elaborar verdaderos desvaríos. Que como todas, he visto por ahí cada Paella o Gazpacho {por poner algún ejemplo} que le quita el hipo al más pintao.
Hoy es tan fácil la receta que no hay paso a paso.
Tan solo vas a necesitar una batidora donde reunir todos los ingredientes, y moler hasta que tenga la consistencia deseada. Por supuesto también la puedes hacer a golpe de mortero, pero algunas veces no estamos para tanta artesanía ¿no te parece? Seguidamente, la cuelas si te molesta encontrar la piel de los pimientos o alguna especia que no se haya pulverizado.
Ya nada más tienes que guardarla en un bote bien cerrado y la dejas descansar hasta el día siguiente dentro de frigo. Se puede conservar una semana sin problema. No es mucha cantidad, pero si quieres hacer más, multiplica ingredientes y la congelas en botes pequeños.
Yo multiplico por cuatro y los distribuyo en botes de 125 grs.
Nos vemos en unos días.
Espero que hasta entonces seas feliz o al menos, lo intentes.
Espero que hasta entonces seas feliz o al menos, lo intentes.
Antes de despedirme hoy, os quiero contar algo. Llevo arrastrando una lesión desde el mes de Junio, nada grave pero si dolorosa {una tendinitis} que comenzó en una muñeca y se ha extendido hasta el codo. Así que tras las visitas a mi doctora, y llegados a este punto, me ha ordenado aconsejado que deje la mano quieta, y sobre todo me ha prohibido escribir en el ordenador. Las entradas están preparadas, y si necesitan algún retoque, con un dedo puedo hacerlo, aunque me lleve el triple de tiempo.
Comprenderéis que por mucha rabia que me de, y lo que me gusta esplayarme en mis comentarios cuando os visito, me tendré que limitar a decir:
¡¡¡ qué rico !!!! . . . . . . si lo sé que no gustan, pero no me queda otra.
La penitencia impuesta es un mes, espero que así pueda solucionarlo.
La penitencia impuesta es un mes, espero que así pueda solucionarlo.