Desde luego, si me atengo a lo que popularmente entendemos por Torrijas, casi casi, cumplo todos los requisitos con la receta que traigo hoy.
Es pan del día anterior, van bañadas en leche aromatizada, están pasadas por huevo . . . aunque ni llevan azúcar, ni han visto el aceite de lejos porque no van fritas.
Pero si consultamos al más purista torrijero, seguro que saldría corriendo a darme alguna colleja por saltarme a piola la receta clásica de uno de los dulces más representativos de ésta época del año.
Y es que, cuando tienes cerca a alguien que no puede tomar azúcar, y te cuenta con tanto ánimo, lo ricas que estaban las Torrijas cuando las podía comer, oye, le das vuelta al tema hasta sacar adelante una receta decente que le devuelva la alegría, y se emocione delante de un plato como éste.
Hoy no es el día que habitualmente publico, ya sabéis que lo hago siempre los Lunes, pero no podía dejar para más adelante este postre.
¿O preferías comerlas con el bikini bajo la sombrilla? . . . va a ser que no ¿verdad?
Pues vamos al lío.
* Para que te des cuenta del tamaño de las torrijas, el plato es de postre.
* También las he hecho con Azúcar de Abedul, y resultan igualmente deliciosas.
* También las he hecho con Azúcar de Abedul, y resultan igualmente deliciosas.
- Ponemos leche a calentar con la Tagatosa, o el edulcorante que utilices.
- Añadimos la piel de limón y el anís para aromatizar la leche.
- A continuación, agregamos la canela y la esencia de vainilla.
- Tapamos y dejamos templar.
- Sacamos la cáscara, y batimos bien el huevo en un plato.
- Añadimos el huevo a la leche.
- Batimos todo bien hasta que quede mezclado.
- Bañamos las rebanadas en la leche por las dos caras, las dejamos unos minuto. Después al comerlas, serán pura crema.
- Las vamos sacando con cuidado, estarán bien blandas.
- Las dejamos en la bandeja del horno, que habremos cubierto con papel.
- Pincelamos por las dos caras con huevo batido.
- Exprimimos unas naranjas, más o menos un vaso es lo que necesitaremos, pero eso depende del pan. El mío bebía más, que los peces en el río.
- Precalentamos el horno a 170º y las dejaremos durante media hora, posición media alta.
- A los quince minutos, le damos la vuelta.
- Pondremos el zumo de naranja en un plato, y cuando las vayamos sacando del horno, las pasamos por el zumo, vuelta y vuelta será suficiente. Listas para comer.
- Puedes espolvorear un poco de Tagatosa por encima, yo no lo hice, para mí estaba bien de dulce así. Pero si eres más golosa que yo, adelante.
Te invito a que las pruebes si eres de los que te reprimes ante las Torrijas tradicionales por no poderlas comer. Estoy segura que te van a sorprender.
Esta receta, me gustaría dedicársela a mi querida amiga Marisa. Una persona muy especial, que siempre anda metida en algún proyecto, no lo puede remediar. Ella no puede tomar azúcar, pero ha sabido buscar el camino y las alternativas para disfrutar de una cocina rica, sana y variada. Y desde su blog Thermofan nos lo demuestra en cada una de sus entradas.
Marisa, espero que te gusten si te animas con ellas.
Y eso es todo por hoy, hasta la próxima entrada, confío en que disfrutes de unos merecidos días de vacaciones.
Nos vemos a la vuelta.
Por cierto ¡¡¡ qué gusto tener tantas horas de luz y ver que la Primavera llegó de verdad !!!
Para anunciarla a bombo y platillo, hemos tenido una inundación de Sarantontones {mariquitas} y todo el jardín es un festíval de colores.
Otros postres del blog, típicos de Cuaresma y Semana Santa:
- Arroz con Leche
- Torrijas de Vino y Miel
- Pestiños
- Hornazo de Huelva
- Leche Frita {Receta antigua de familia}