Rellenar verduras es una actividad cocineril de lo más agradecida, y cada vez que me decido por unos pimientos, en casa hacen la ola.
Son entretenidos, pero cuando te sientas en la mesa, se te olvida el tiempo que te llevó hacerlos.
Hoy tenía que terminar unos trabajos en el ordenador y dejé el blog abierto para empezar a escribir esta entrada a ratitos. Y no es que una sea una artista y necesite inspiración, pero es que no había modo de que enlazara dos frases con sentido, por más vueltas que daba no me llegaba ningún tema recurrente. Tampoco es que sea parca en palabras, porque soy un poco cotorra a poco que me descuide . . . pero no arrancaba con el tema de la introdución.
Pensé hasta hablar del tiempo, como si fuese una conversación de ascensor donde te encuentras con la vecina del quinto derecha. Porque especialmente desde esta madrugada estamos con un viento y una lluvia que parece que nos hemos trasladado al Norte de la Península. Pero no, no me convencía.
También consideré hablar del Panorama Nacional, pero ya estamos lo suficientemente informadas todas las miembras 😜 de la comunidad bloguera como para repasar aquí la actualidad. Total que seguía trabajando, y a cada rato me venía un ratito a ver la entrada, pero el texto sin aparecer mentalmente.
No era cuestión de hacer una receta muda ¿verdad? pues sigo escribiendo sin ningún fin, y contándote por si te convenzo que estos pimientos rellenos de tortilla que habrás visto en muchos blogs, hoy los traigo casi libres de grasa y hechos facilmente entre el microondas y el calor de un caldero al fuego.
Estoy ultimamente cocinando más con el micro, será por cuestión de tiempo y por recuperar algunas recetas que antes las hacía muchas veces en ese aparato eléctrico, pero que al final lo fui arrinconando y como casi todas, dejándolo para calentar leche y descongelar alguna que otra cosa.
. . . Sigo sin tener inspiración y esto se está alargando, así que pasemos a cocinar y dejaré mis historias para próximas entradas. Prometo darle un tirón de orejas a las musas, que no es serio dejarme con la mente en blanco.
{para dos personas}
6 Pimientos Italianos
2 Huevos L
2 Papas hermosas
1 Lata mediana de tomate triturado (400 grs)
2 Cdas de Aceite Virgen Extra para freir el tomate
1/2 Medida de la lata de tomate, de Agua
1/2 Medida de la lata de tomate, de vino blanco
1 Hilo de aceite para hacer las papas
Sal marina al gusto
- Pondremos el tomate triturado en un cuenco apto para el micro. Me gusta que sea de cristal porque el tomate mancha el plástico.
- Tapamos, pero sin encajar la tapa para que pueda salir el vapor, dejamos a máxima potencia 10 minutos.
- Movemos y lo dejamos 5 minutos más. Listo el tomate frito. Mira qué buena pinta tiene.
- Pelamos las papas y las cortamos en rodajas finas.
- En un recipiente apto para microondas las ponemos junto a un hilo de aceite de oliva.
- Las tapamos, y llevamos al micro 10 minutos. Movemos a media cocción y dejamos 5 minutos más si fuera necesario.
- Pinchamos las papas para ver si están ya blandas. Sacamos y dejamos que templen un poco.
- Batimos los huevos y le añadimos las papas, mezclamos bien. Rectificamos de sal.
- Los pimientos los lavamos, cortamos el pedúnculo y eliminamos las semillas.
- Cuidamos de dejar cada rabito con su correspondiente pimiento, después los vamos a necesitar.
- Con una cuchara pequeña, los rellenamos. En este paso me ayudo del mango de una cuchara de madera para empujar la mezcla y que llegue hasta el final.
- Cuando estén rellenos, le pondremos el rabito dentro del pimiento. Ya verás como no se sale en la cocción y no necesitas poner palillos ni nada. También te lo explico aquí
- En un caldero añadimos el tomate frito, la medida de 1/2 lata de agua, y el vino blanco.
- Vamos dejando los pimientos rellenos, que queden justos para que no se muevan mucho, a fuego medio hasta que los veamos que cambian de color.
- Pasado unos 20 minutos, les das la vuelta con cuidado para no romperlos y los dejamos 10 minutos más. La salsa ya estará espesa, en su punto.
Ya están listos, ahora a servirlos y disfrutar.
Porque no me digas que aunque estés a dieta, no es un plato estupendo, sin apenas grasa y oye, que te quitas un montón de calorias de encima al no ir fritos ni los pimientos, ni las papas, ni el tomate.
A mí es que me encantan.
Y esto es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces espero que seas feliz.