3 de julio de 2015

Caballa En Conserva

Llegó el día de publicar esta conserva. La hice el verano pasado, y esperando en Borradores, ha pasado casi un año. Ni quito, ni añado nada, espero que a alguien le sirva de guía. Es época de caballas y en unos días, repetiré de nuevo.

         El verano es lo que tiene, que da para mucho, hasta para hacer conservas de pescado.
En esta ocasión se trata de caballas. Cómo no, después de todas las que me regalaron {25 Kgs}.
Hacer conservas, es un trabajo pesado si haces mucha cantidad, pero como fui con tranquilidad, haciendo tandas pequeñas, al final he reunido una buena suma de botes sin apenas darme cuenta.
Si todo sigue su natural proceso, a partir de Octubre podré ir abriéndolos tras su periodo de reposo.
  
La satisfación que produce ir escogiendo los botes caseros, no tiene comparación en gusto y sabor con los que se compran habitualmente. Bueno, y no te cuento la cara de algún amigo, si le regalas uno y le dices aquello de : " Toma, es casero " . . . comprobado, caerá rendido a tus pies.
 Y sin más preámbulos nos metemos en faena.
     
  
* Lo primero que haremos, será cocer durante media hora en un caldero profundo los botes y las tapaderas. Tienen que quedar totalmente sumergidos. Hay quien hace este paso en el lavavajillas, programa corto.
* Os aconsejo, poner un paño de cocina en el fondo, para que no se golpeen los botes entre sí ni contra el fondo, y se puedan romper.
* Pasado este tiempo, los sacamos con ayuda de unas pinzas, pero sin manipular el interior.
* Los dejamos boca abajo sobre papel de cocina, para que eliminen toda el agua y queden totalmente secos.


      Y ahora empezamos con La Caballa.

   

* Empezaremos llenando un caldero bien profundo con agua, cuando esté templada añadimos un huevo, que se irá al fondo.
* Y ahora agregamos sal marina gruesa, hasta que el huevo salga a la superficie. Señal inequívoca de que el agua está suficientemente salada.
* Lo que hemos hecho ha sido, formar una salmuera. En esta agua salada es donde vamos a cocer nuestra caballa. Será la única sal que utilizaremos en el proceso.
* El huevo lo quitamos, ya ha cumplido su función.

* Las caballas las tendremos limpias de tripas y sin cabeza pero con las espinas. Las mías estaban abiertas y separados los lomos, porque las congelé de esta forma. Además queremos sacar los lomos enteros y así nos resultará más cómodo.
* Las sumergimos en el agua hirviendo, durante quince minutos. Fuego moderado.
* Colocamos algo de peso, pues tienden a flotar y queremos que cuezan por igual.

* Pasados los quince minutos, sacamos las caballas y dejamos hasta que estén bien frías y secas para manipularlas. Si las cuezo por la tarde, las dejo hasta la mañana siguiente. Así me aseguro que están frías y bien secas.
* Una vez frías, le quitamos primero la piel,seguimos con las partes oscuras y por último eliminamos las espinas.
* Procuramos dejar los lomos enteros o en trozos grandes. Os aconsejo que utilicéis un cuchillo bien afilado, nos facilitará el trabajo.
  

 * Como los botes ya estarán secos, empezamos el proceso de llenado.
 * Lo primero, es añadir un poco de aceite, ahora inclinamos un poco el bote para que nos sea más fácil acomodar los lomos, los más bonitos por el borde, para que se vean y en el centro, los que se nos hayan ido rompiendo y los pequeños trozos que surjan de limpiar las espinas.

 * Cuando no quepa más caballa, terminamos de rellenar el bote hasta la parte de la rosca con aceite. La caballa tiene que quedar totalmente sumergida en el aceite.
* Cerramos los botes. Si es de rosca, aconsejo cerrar utilizando unos guantes de goma, para hacer más fuerza y asegurarnos de su total cierre.


* Volvemos a llevar los botes al mismo caldero donde los esterilizamos, y los dejamos cocer unos treinta minutos con fuego moderado.
* Acordaros de dejar un trapo en el fondo para evitar choques y posibles roturas.
* El agua debe sobrepasar la altura de los botes.
* Pasada la media hora, retiramos del fuego y dejamos que se enfríen sumergidos dentro del agua. Si alguno de los botes no estuviese bien cerrado, podremos ver manchas de aceite en el agua. No pasa nada, puede estar liberando alguna burbuja de aire durante la cocción, y sellarse a continuación.
* Una vez fríos, los sacamos, secamos muy bien y ponemos boca abajo para comprobar, de nuevo, si hay alguna fuga.
* Los dejamos así unas cuantas horas. Si hago este paso por la noche, lo dejo hasta el día siguiente.
* Si algún bote tuviese fuga, no pasa nada, se le cambia la tapa y se esteriliza de nuevo.

* El aceite lo veremos turbio, es normal. Esto ocurre por la cocción con los jugos del pescado, pero pasado unos dos días se volverá totalmente transparente.
* Ya tenemos lista nuestra caballa en conserva. Lo mejor es poner la fecha al bote y ya sabes, hay que esperar tres meses para consumirlo. Lo guardaremos en un sitio oscuro y a ser posible con temperatura constante.
* Aconsejo que no sea en un mueble de la cocina que esté cerca del horno, o un termo por ejemplo. Son detalles que pueden dar al traste con la conserva, después de haber hecho todo el trabajo.
Siempre que he hecho conservas, ha sido con aceite de oliva. Pero unos días antes de hacer ésta, hablando con una amiga del norte, me dijo que en su casa las conservas se hacen siempre con el de girasol para no restarle sabor al pescado. Y que una vez abierto, cuando vayamos a utilizarlo, si queremos es entonces cuando le podemos añadir el de oliva.
Así que por esta vez seguí su consejo. El resultado fue estupendo. Nos duraron los botes hasta Enero, y los disfrutamos a base de bien.
            
Y eso es todo amigos, espero que si no habéis hecho nunca conservas, os animéis.
No es difícil, pero es importante seguir los pasos de higiene, esterilización y cocción, para evitar algún tipo de contaminación.
   Os va a encantar ir abriendo botes hechos por vosotros.