Nunca me gustó la tortilla francesa.
Mientras formaba parte de la cena de muchos niños, mis huevos tenían que batirlos junto a otros ingredientes, porque a la francesa no entraba ni con castigo.
Cedían porque no era caprichosa con la comida, y total, para algo que no le gustaba a la niña; pensaban que tampoco había que mortificarme de esa forma. Pero que conste, que mi generación es aquella de : . . . " NO te levantas de la mesa hasta que el plato esté limpio " o " Si NO te lo comes ahora, ya lo harás en la cena"
Para convencerme, mis tortillas eran Tortillas de Abuelita. El nombre viene porque las hacía mi abuela materna y les salían muy ricas, y aunque no llegué a conocerla, me explicaban lo que llevaba con tanta devoción, que sin probarlas, ya me iban gustando.
No eran más que unas tortillitas preparadas con huevo batido, ajo picado, pan rallado y perejil. Estoy segura que igual la conoces por Tortillitas de Pan.
Sin dudarlo y al ver los ingredientes, es una receta totalmente de abuela. Ellas se las ingeniaban estupendamente para combinar los alimentos cuando no había tanta variedad, y además con resultados estupendos en la mayoría de las ocasiones.
Y yo con el pasar del tiempo, las hago igual, y también les añado calabacín rallado. Es un plato sencillo, sano, rápido, económico, muy rico, sabroso y además cunde una barbaridad. En las fotos las hay de los dos tipos ¿ a que no sabrías distinguirlas ?
Sólo tienen un problema, se comen como las pipas, y encima no las tienes que pelar.
Ahora, vamos a hacerlas.
** Con estas cantidades salen unas quince tortillitas, de tamaño . . . dos bocados**
* Batimos los huevos y añadimos el pan rallado. Mejor añadir dos cucharadas y según veamos el espesor, agregamos o no, la siguiente.
* A continuación, llega el turno del calabacín, el ajo, la sal y la pimienta. Y aunque no aparezca en la imagen, añadimos también el perejil fresco picado.
* Calentamos una sartén antiadherente con unas gotas de aceite de oliva. Vamos dejando caer montoncitos de la masa, con una cuchara, que no sean grandes.
* Dejamos que se hagan por una cara primero y cuando veamos que se han tostado, siempre a fuego medio bajo, damos la vuelta.
* Tostamos por la otra cara, y sin presionar, esperamos a que estén hechas. No las tenemos que apretar, porque perderían la esponjosidad.
¡¡¡ Y ya están listas !!!
Es un picoteo ligero o un segundo plato estupendo, espero que las hagas y que te gusten tanto como a nosotros. Disfruta del fin de semana y el buen tiempo.
Nos vemos en unos días, hasta entonces, ya sabes, sé feliz.