5 de febrero de 2018

Sopas de Ajo {Estilo Leonés}



En casa de mi madre durante el invierno, se practicaban con asiduidad tres sopas: la Sopa de fideos, La Sopa de Picadillo y la Sopa de tomate. (Ésta última, sigue siendo mi preferida). Más allá de esta pequeña representación, el mundo sopero estaba por descubrir.

En una ocasión que vino a visitarnos uno de mis primos con su mujer, nos enseñó a hacer la Sopa de Ajos, y debo decir que nos gustó mucho y que la recuerdo perfectamente aunque era una adolecente por aquél entonces. Después quedó en el olvido y no la volvieron a cocinar nunca más. No fue hasta la incursión en el mundo bloguero que la retomé y de vez en cuando la hago para mí solamente, porque en casa no cuenta con ninguna aceptación, y mira que está rica.

El otro día, visitando a mi amiga Silvia, {Los Telares de Sil} vi que tenía publicada unas Sopas de Ajo, y me llamó la atención porque es diferente. Su sopa no lleva jamón, ni chorizo, pero si tomate; y eso no lo había visto nunca. No podía ser más sencilla y más rica a la vez pensé, y la hice para comerla el Domingo. Me he pasado el fin de semana entre platos de cuchara con el frío que está haciendo.

Silvia con esta sopa  rememora la infancia, porque su abuelo la tomaba casi a diario y ¿sabes una cosa? para mí estas recetas son las mejores, las que llevan recuerdos añadidos y sencillez en la composición, pero un sabor de los que se graban en la memoria. Y qué porras, que sabemos que nos nombran a los abuelos, y nos añade un pellizco de ternura, además de tener la garantía de ser una receta fetén. Así que si, mi querida Silvia, tu yayo Adolfo cenaba como un Rey casi todas las noches de los frios inviernos Leoneses.

Por cierto, si alguna vez la Reina Isabel II de Inglaterra os llama a casa para ir a comer, no le preparéis esta sopa. Leí hace poco que detesta el ajo y tiene prohibido cocinar con él en Palacio. Como si el olor de la cocina le fuera a llegar al salón con la de metros que tendrá de distancia.. Aunque cuando estuvo por aquí la mujer de Beckham, también corrieron ríos de tinta y dejó buenas críticas por el olor a ajo. Lo que se pierden con tanta finura y pijería  . . . madreeee 😁



{Para 2 personas}


6 Dientes de Ajo
50 mls. Aceite Oliva  para freir los ajos
1 Cda. Aceite Oliva para cocer el tomate
1/2 cta Sal marina
750 mls. Agua mineral 
1 Tomate maduro
1/2 Cda. Pimentón picanto o dulce según gustos
150 grs Pan duro
1 Huevo por persona



           

 - En un caldero ponemos el agua a hervir, con la sal, el aceite y el tomate pelado.
 - Una vez hervido el tomate, se machaca en un mortero.
 - Añadimos la pulpa al agua donde lo hemos hervido previamente. Reservamos.
 - Cubrimos el fondo de una olla con aceite (50mls) y añadimos los ajos laminados.
 - Hazlo a fuego medio para que tomen color poco a poco.
-  Cuando los ajos están rehogados, se retira la olla del fuego y se le añade el pimentón. En mi caso picante porque me gusta que la sopa quede "alegre".
- Se remueve bien para mezclar sabores y agregamos el pan cortado en rodajas finas.
 - Removemos nuevamente todo y vamos añadiendo el caldo donde hemos hervido el tomate, poco a poco para que el pan vaya embebiendo.
 - Después añadimos un huevo por comensal, en mi caso un huevo en medio. Removemos la clara para que se mezcle con la sopa.
 - Tapamos y dejamos descansar cinco minutos.
 - Tiempo suficiente para que el huevo se cuaje bien, la yema quede hecha pero líquida y la sopa lista para servir.

   ¿Te apetece un plato?





- La Sopa de Ajo, es un plato saciante y contundente, así que te recomiendo comerla a mediodía. Una ración es suficiente para quedar satisfecha sin necesidad de tomar nada más, aunque seas de buen diente. Te aseguro que si rematas con una pieza de fruta, harás un menú completo.

- Normalmente el huevo se añade crudo y se remueve con el conjunto de la sopa para que quede mezclado, pero a mí me gusta romper la yema cuando lo estoy comiendo. Manías mías.

- Silvia explica muy bien en su blog, cómo debes hacerla tanto si te gusta la sopa más clara o espesa. Sea como sea, no dejes de prestar atención a todas sus indicaciones para que te quede bien rica.

 


Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, espero que seas feliz.