La manzana es una fruta muy importante desde el principio de la historia, y si no me creéis recapitulemos un poco: a día de hoy vamos vestidos, porque Adán se comió una.
De otra manera, podríamos ir todos tan felices en " cuerillos vivos " , viviendo en un paraíso, no fiscal, pero paraíso. Así que por regla de tres simple, Inditex le debe todo su imperio a Adán.
Después llegó Blancanieves, que se comió otra manzana, esta vez roja, brillante y preciosa, de manos de una bruja piruja, fea y llena de verrugas, ala... a dormir y a no despertar, hasta que llegó el príncipe maravilloso. Cachis ¡¡ con lo contentos que estaban los enanitos!!
Más tarde llegó Newton, con su famosa expresión: ¡eureka! y su Ley de la gravedad, al caerle una manzana cuando estaba debajo de un árbol, mientras descansaba tranquilamente en el jardín de casa.
A posteriori llegó como símbolo poderoso, de la mano de Steve Jobs y con un bocado dado, la famosa marca Apple, si esa de los ordenadores tan caros, iPhones, iPods y toda la familia.
Y por último llego yo, que traigo estas humildes manzanas asadas, mi postre de invierno preferido junto con el arroz con leche. Y ahora no me digais, que la manzana no es importante en la historia, por lo menos en mi vida sí que lo son, y encima están buenísimas.
Aquí os las dejo por si queréis probarlas.
Necesitaremos: ( para 6 manzanas)
- 6 manzanas de buen tamaño y del tipo que más te guste.
- 5 Cdas. de sirope de ágave o 6 Cdas. de azúcar moreno u otro edulcorante que utilices.
- Un puñado de pasas.
- 150 grs. de vino dulce.
- 150 grs de agua.
- Canela molida al gusto.
- Lavamos muy bien las manzanas, quitamos el corazón y partimos por la mitad.
- Encendemos el horno a 200º.
- Ponemos todos los ingredientes en un cuenco y batimos bien para que liguen.
- Disponemos las manzanas en una fuente apta para horno.
- Vamos dejando cucharadas del batido por encima de cada manzana.
- Llevamos al horno, por espacio de 30 minutos, pero a media cocción abrimos el horno para mojar de nuevo las manzanas con el almibar de la bandeja.
- A los 30 minutos, si vemos que están blandas, retiramos, si están todavía algo duras, las dejamos un poco más, lo mejor es pincharlas con un palillo.
- Cuando las saquemos, las volvemos a regar con el almíbar y tapamos la fuente con papel de plata hasta el momento de servirlas.
Espero que os gusten tanto como a nosotros.