Me encantan los bizcochos integrales, aunque para muchos, en cuanto le nombras algo integral ya piensan que estás a régimen o enfermo.
La harina integral la utilizo cada vez que veo que si la sustituyo por la blanca va a quedar bien la receta. Sin ir más lejos, mi pan del desayuno, es siempre integral, y las creps que he hecho este fín de semana también. No pretendo hacerlo todo con esta harina, pues soy consciente que no queda bien en según qué cosas, pero si pruebo el cambio y me gusta, sigo con la modificación. Este bizcocho se ha hecho en casa durante años, pero siempre con harina blanca, hasta que llegué yo, cambié la harina y desde entonces lo comemos así.
El bizcocho de hoy, es muy aromatico, con un gusto intenso a naranja, como compañero de una fría tarde y con un buen café, infusión o chocolate, hará la delicia de todos los de casa.
Necesitaremos:
- 300 grs. de harina integral de trigo.
- 200 grs. de azúcar o 8 cdas de sirope de ágave. Si eres goloso, añade 12 cdas de sirope.
- 1 sobre de azúcar vainillada. o una cta de vainilla.
- 1/2 sobre de levadura tipo Royal o polvos de hornear. El sobre trae 16 grs.
- 1/2 cta. de las de moka, de bicarbonato.
- 100 grs. de leche.
- 125 grs. de zumo de naranja.
- 2 huevos grandes o 3 medianos.
- 25 grs. de aceite de oliva suave o girasol.
- Ralladura de dos naranjas, si se prefiere menos intenso de sabor poner una.
- 3 cdas. de coco rallado (opcional).
- Batimos los huevos con el azúcar o el sirope, hasta que blanqueen y crezcan de volumen.
- Vamos encendiendo el horno a 200º.
- Le añadimos la leche a temperatura ambiente lentamente.
- Le añadimos el zumo e incorporamos en movimientos envolventes.
- Llega el turno del aceite.
- Le añadimos ahora las ralladuras.
- Tamizamos la harina junto con la levadura y el bicarbonato, lo incorporamos todo, poco a poco.
- Forramos el fondo de un molde desmontable con papel de horno, al borde del molde le pasamos un poco de mantequilla.
- Vertemos la masa y llevamos al horno, 180º durante unos 35 minutos.
- Hacemos la infalibre comprobación del palillo, si vemos que sale limpio, está listo.
- Le pasamos un cuchillo por el borde del molde para desmoldarlo, de esta forma no corremos el riesgo de que se haya quedado un poco agarrado y se nos rompa al abrirlo.
- Y ahora como si fuese una tortilla, le damos la vuelta sobre un plato, para poder quitarle el papel de la base.
- Le volvemos a dar la vuelta, para que lo enfriemos sobre una rejilla.
- Una vez frío, lo adornamos según preferencia, en éste caso sólo con azúcar glass. Con chocolate derretido por encima, también queda muy rico.
- Recomiendo consumirlo tras unas horas de haberlo hecho, los sabores se atenúan y está mucho mejor. Éste lo hice ayer por la tarde, y esta mañana era una maravilla.