4 de marzo de 2012

Pollo en gabardina.



Ya sé que la costumbre es hacer las gambas en gabardina, pero os puedo asegurar que las pechugas de pollo preparadas de esta forma están buenísimas y en casa gusta a todos.
               

Si tienes una comida informal, con bastantes comensales a la mesa, te la recomiendo especialmente, pues cunde mucho, la carne queda extremadamente blanda y resulta además un plato económico.
Además, hasta que no lo pruebas, no sabes si lo que vas a comer es carne o pescado, porque como veis la apariencia podría confundirse facilmente con unas tiras de choco frito.


Y a pesar de ser una fritura, forma de cocinar de la que algunos rehuyen de forma categórica, garantizo que no se queda olor a fritanga en la cocina, y el bocado es muy ligero.
Una única pega, cuando empiezas es igual que las pipas y nunca sabes cuando parar.
Y ahora, vamos al lío.
     
      
           
        
          
         
               

  • Salpimentamos las pechugas.
  • La partimos en tiras finas, de esta forma nos aseguramos que quedarán bien fritas por dentro.
  • Hacemos la masa añadiendo por este orden:
- Yema de huevo o huevo entero, como se prefiera. De las dos formas queda bien.
- Harina
- Agua bien fría, aunque la tengamos en el frigo, no está de más si la dejamos en el congelador mientras preparamos las pechugas.
- Colorante o Cúrcuma y una pizca de sal.
  • Batimos energicamente, hasta que obtengamos una masa sin grumos y una textura espesa, tipo natillas.
  • Dejar las pechugas sumergidas en esta masa durante una hora al menos,dentro de la nevera. Algunas veces la hago por la mañana temprano, y la dejo hasta la hora de la comida.
  • Calentamos el aceite,a fuego medio alto. Mi cocina tiene hasta el 12 y las frío en el 8.
  • Vamos friendo por piezas, no muchas a la vez para que el aceite no pierda fuerza.
  • Las pasamos una vez fritas a una bandeja con papel absorbente.
  • Comer bien calientes, después pierden el crujiente característico. Aunque en casa cuando sobran, se comen igual mientras van dando paseos tontos a la cocina.
  • De todas formas te recomiendo, que las frías a medida que vas necesitando. De un día para otro no pasa nada si dejas las pechugas sumergidas en el preparado. Siempre acostumbro a hacer para que sobre, porque ya digo que en casa se pirran por ellas. Así se las pueden ir friendo ellos, a medida que van llegando a comer.
                                     Listas para disfrutarlas,espero que os gusten.