Desde que hice el primer Burek hasta ahora, ha llovido algo.
Bueno también ha hecho calor para aburrir, nos han picado los mosquitos, el grillo okupa no deja de chirriar por la noche y han crecido hasta las uvas.
Que siempre se dice lo de la lluvia, sin apuntar ningún dato de otra estación.
Que siempre se dice lo de la lluvia, sin apuntar ningún dato de otra estación.
Y la pasada primavera, para una comida en la terraza, se me ocurrió hacer una empanada con esa forma, por variar un poco de la típica redonda o rectangular.
Oye, además de monísima, quedó tan rica que ya he repetido en varias ocasiones. Sobre todo porque a uno de mis hijos le gusta mucho y para llevarla de comida " de tupper", le resulta muy cómoda.
Por supuesto, puedes elegir el relleno que más guste a los tuyos, pero ten en cuenta que para que el hojaldre quede bien crujiente por todas partes, no debe llevar ningún ingrediente que lo humedezca.
Por supuesto, puedes elegir el relleno que más guste a los tuyos, pero ten en cuenta que para que el hojaldre quede bien crujiente por todas partes, no debe llevar ningún ingrediente que lo humedezca.
No estoy comparando ni sabores, gustos ni texturas. El Bürek desde luego es muchísimo más fino por la masa que lo recubre, como el primo pija diría yo. Pero ésta espiral tiene su gracia, y casi ni te despeinas el día que la horneas. Este finde mismo, la puedes hacer, que todavía queda verano para rato y pocas ganas de enredarnos en la cocina ¿ o no ?
En diez minutos la tienes formada y mientras termina el horneado, empieza a llamar al personal para que vayan lavándose las manos, pongan la mesa, llenen la jarra de agua y corten el pan.
Termina de aliñar la ensalada y ya templada la espiral, di alzando un poco la voz:
¡¡¡¡ A comer !!!!
Hoy si que no te dejan ni las migas, ya verás.
- En un cuenco reunimos las espinacas bien escurridas con el queso de untar { el mío de Kéfir }, Utiliza cualquiera que sea tipo Philadelfia, de marca blanca, el que tengas costumbre.
- Mezclamos ambos ingredientes.
- Añadimos las pasas, la sal y la pimienta molida.
- Extendemos la masa de hojaldre, la dividimos a lo largo, en tres partes iguales. El hojaldre que más me gusta es de Lidl, pero cada uno a su gusto.
- Repartimos la crema de espinacas en las tres piezas de hojaldre.
- Mojamos ligeramente con agua el borde del hojaldre. lo hice con la misma yema del dedo, para asegurarnos de no mojarlo de más. y cerramos en forma de cilindro.
- La parte del cierre la dejaremos hacia abajo para que no se abra mientras se hornea.
- Forramos una bandeja con papel de horno.
- Comenzamos a colocar los cilindros del centro para afuera, formando círculos. Parece una ensaimada ¿verdad?
- Cuando terminemos con uno, seguimos con el siguiente, teniendo cuidado de unir con los dedos los extremos, para que no se separen al hornear.
- La parte final, la introducimos por debajo, así no se notará.
- Pincelamos ligeramente con aceite de girasol.
- Llevamos al horno precalentado a 200º durante veinte minutos.
- A los veinte minutos, sacamos la espiral, la pintamos con huevo y le agregamos las semillas a nuestro gusto. Horneamos cinco minutos más.
- Servimos templada.
- Procura que las espinacas estés bien escurridas antes de hacer el relleno, pues contienen mucha agua y pueden arruinar el hojaldre. Las mías eran de bote y para conseguirlo, las pongo en un colador y presiono fuertemente con un cuenco de menor tamaño.
- Si tus espinacas son congeladas, las dejas descongelar y las escurres bien antes de hacer la receta.
- Si tus espinacas son congeladas, las dejas descongelar y las escurres bien antes de hacer la receta.
-Si te sobra, sólo tienes que encender el horno al máximo, dejar el trozo cinco minutos dentro y volverás a tener un crujiente hojaldre. Pero en casa nos las comemos fría y disfrutamos también, cuando hay buen diente, ya se sabe.
Siento no haberte enseñado la espiral completa, pero cuando llegué a la mesa "mis fieras" habían hecho el primer asalto sin esperar.
Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Hasta entonces, sé feliz o al menos, inténtalo.