23 de septiembre de 2012

Alcauciles rellenos

 Siempre que hago este plato, me acuerdo de mi tía Isa, ella me enseñó a hacerlo. Es de las  recetas que siempre se hicieron en casa cuando llegaba esta verdura de temporada, y aunque de niña no me gustaba comerla, cuando la probé siendo un poco más grande me dí cuenta de lo que me había perdido. Así que ahora sigo recuperando el tiempo perdido.
Mi tía fue la primera persona que me dio el testigo en la cocina, me enseñó a hacer los primeros platos de verdad. Cocinaba estupendamente y tenía una paciencia increible para las preparaciones más laboriosas. Era capaz de llevarse horas pelando papas enanas con tal de presentar una guarnición perfecta, anda que si hubiese conocido los vaciadores para hacer bolitas, la de tiempo que se hubiese ahorrado. En fín, eran otros tiempos y no había tantas pijerías en las cocinas.
Este plato no es difícil pero sí un poco entretenido, aunque con lo rico que está en cuanto lo probéis se os olvida en un periquete.
Ahora que estrenamos otoño y empiezan a llegar los primeros alcauciles, os animo a hacer esta receta, quedareis con los estómagos agradecidos y con la familia feliz ante este manjar, os lo aseguro.
Dejo una foto de la puesta de sol del primer día del otoño, vamos que la he hecho esta tarde desde mi rincón favorito.

             

                  

Necesitaremos ( para 3 personas)


  • 2 o 3 alcauciles por persona, dependiendo del tamaño, me gusta escogerlos medianos aunque después haya que desechar mucha cantidad, pero quedan más bonitos así.
  • 250 de carne molida, elegimos una sola clase o mezclada, y si le añadimos unos taquitos de jamón al conjunto mejor todavía.
  • 1 huevo.
  • Un trozo de pan remojado en leche.
  • Pimienta negra molida y sal.
  • Perejil picado.
  • Unas hojas de laurel.
  • Un vaso de vino, tinto o blanco. He puesto tinto en esta ocasión.
  • 1 cda de harina para espesar la salsa.
  • Aceite de oliva.
  • 1 papa mediana por comensal.
Cómo los haremos:

  •  Preparamos un cuenco con agua y el zumo de un limón, le añadimos la cáscara también. Será ahí donde iremos introduciendo los alcauciles para que no se ennegrezcan cuando vayamos pelándolos.También se puede añadir una buena rama de perejil, hace el mismo efecto.
               
  •  Empezamos por quitar las hojas externas, hay que quitar bastante, y quedarnos con las hojas cuando empiezan a aparecer casi blancas. Con un cuchillo contamos como un centímetro y medio de las puntas de las hojas.
  • Le vamos cortando los rabos y pelándolos también. Después los iremos poniendo en la olla para guisarlos junto a los alcauciles rellenos, quedan muy ricos.
  • Con los dedos forzamos un poco las hojas para poder llegar al corazón.
  • Ahora nos ayudamos de una cuchara pequeña para quitar la pelusilla típica del interior del alcaucil.



  • Cuando hayamos pelado todos los alcauciles, los dejamos en remojo mientras preparamos el relleno.
  • En un cuenco ponemos todos los ingredientes y hacemos la masa: carne molida, perejil, pimienta, pan remojado en leche y sal.  Es la misma receta que utilizamos para hacer las albóndigas.Mezclamos bien y vamos rellenando los alcauciles, cuando están bien rellenos les ponemos copete, de esta forma los sellaremos a continuación.
  • Ponemos un poco de aceite de oliva en el fondo de una sartén, sólo cubrirlo. Cuando está caliente, vamos dejando boca abajo los alcauciles, de esta forma nos aseguramos que se selle el relleno, el huevo se encarga, pues al cuajarse hace que el relleno no se salga.
  • Cuando veamos que ya está dorado el relleno los vamos sacando.

                      
  • En una olla ponemos el vaso de vino, un vaso de agua, una poca sal y 2 hojas de laurel.
  • Vamos colocando todos los alcauciles y dejamos cocer a fuego medio bajo durante unos cuarenta minutos. 
  • Preparamos mientras la guarnición de papas, en este caso he puesto las papas cocidas al vapor. Cortamos las rodajas gorditas, como medio centímetro cada una, y las vigilaremos para que se cuezan pero no se pasen.
  • Cuando haya terminado de cocerse la verdura, la sacamos de la olla para espesar la salsa.
  • En un cazo ponemos dos cucharadas soperas de aceite de oliva, cuando esté caliente le añadimos la cucharada de harina. Y cuando la harina haya cogido un poco de color le vamos añadiendo el caldo de la cocción poco a poco, ya tenemos lista la salsa.
  • Ahora sólo queda emplatar y listo para comer.