A los escritores siempre les recomiendan que escriban y escriban, que aunque no tengan inspiración, ya les llegará escribiendo. Con los cocinillas debe pasar igual, te metes en la cocina y a tu mente de repente le aborda la inspiración. En esta ocasión, con las manos en la masa.
Estaba haciendo unas arepas para comer, cuando aburrida ya de hacer las últimas, me llegó la inspiración del postre. Este es el resultado, si os digo que estaba rico, quizás me quede corta. El Rellenito es crujiente,y muy ligero, pues se queda hueco, junto al interior de plátano y con el toque del chocolate, creo que he conseguido un matrimonio más que perfecto.
Los que veis en las fotos, y unos cuantos más, se los dí a mi hijo para que probase, seguí haciendo la comida y el recién probador oficial se convirtió en el único que los degustó, pues se los zampó todos....acompañado de un Ummmmm bastante largo, y una sonrisa cuando me llevó el plato vacio.
Al salir de la cocina tan sólo dijo: puedes seguir haciendo más, porque esto está de muerte ( la última palabra la he cambiado, no quedaba politicamente correcta).
Gracias mi niño, no sabes lo que te agradezco.........que te tomaras el postre de toda la familia.
Ni que decir tiene, que no le quedó hueco, para ninguna arepa.
En fín, paso a detallar el postrecito en cuestión.
Necesitaremos: (para 4 personas)
- 2 Plátanos de Canarias, que estén bien firmes.
- Un vaso de los de agua, de harina de maiz precocida. La misma que se utiliza para hacer arepas.
- Agua, la que nos indique el fabricante, no todas son iguales.
- Dos cdas soperas de aceite de girasol.
- 1 pizca de sal.
- 1 cta. de azúcar glass para la masa.
- Azúcar glass para rebozar los Rellenitos.
- Aceite para freir.
- 1/2 tableta de chocolate fondant.
- Hacemos la masa con la harina, sal, azúcar glass, agua templada y el aceite. Amasamos y dejamos reposar unos diez minutos. Si nunca habéis trabajado con esta harina, ya os digo que no tiene nada que ver con la de trigo, no tiene ni gluten ni elasticidad, pero es fácil de manejar.
- Empezamos a hacer bolitas pequeñas, de diez gramos.
- Colocamos una bolita entre dos plásticos y la aplanamos muy fina, es tan blanda la masa que lo he hecho presionando sólo con un plato.
- Los plátanos los vamos partiendo en rodajas como de un centímetro de grosor, serán el relleno y con el calor al freírlos, se llegarán a fundir.
- Retiramos el plástico superior y colocamos una rodaja de plátano sobre la bolita aplanada.
- Hacemos entre otros dos plásticos la misma operación con otra bolita, y la colocamos sobre la rodaja de plátano, a modo de tapadera.
- Ahora nos ayudaremos de un corta pastas, o un vaso pequeño (que es lo que he utilizado yo) o cualquier otro utensilio que sea un poco mayor del diámetro del plátano, para hacer de corta pasta y cortar un círculo perfecto alrededor de nuestro "sandwich" de plátano. Si lo hacéis con un vaso, mojad mejor el borde en agua antes de cortar la masa.
- Al cortarlo, puede ser que la parte superior se resquebraje un poco, por la curvatura que nos hace la masa superior al acoplarse a la forma del plátano, no pasa nada, nos vamos mojando la yema del dedo en agua y vamos repasando con cuidado por encima de las roturas, la masa se volverá lisa de nuevo.
- Formaremos todos los Rellenitos y los dejaremos reservados hasta acabar.
- Pondremos aceite a calentar, y a fuego medio alto, los iremos friendo por los dos lados hasta que tengan un bonito color dorado. Con un dedo de aceite tendremos bastante, no hace falta que se sumerjan. Nos vamos ayundando con la paleta para ir volcando aceite sobre la parte superior, como cuando freímos huevos.Veremos que crecen de tamaño, se están ahuecando, por eso resultan ligeros al comer. Los escurrimos bien antes de pasarlos a un papel absorbente.
- En un cuenco, pondremos azúcar glass y los pasamos por allí.
- Derretimos el chocolate en el micro, de 30 en 30 segundos, para que no se nos vaya a quemar.
- Colocamos los Rellenitos en el plato y con una cuchara mojada en el chocolate derretido, vamos haciendo pequeños hilos sobre ellos.
- He calculado tres por persona, dos son perfectos, pero el tercero, es el de la gula.
- Tomarlos calientes.
-Al día siguiente, repetí la receta para poderla comer todos, estaba muy, muy rica.
Espero que os guste......tanto como a mi hijo.