Cuatro cosas necesitarás: Huevos, papas, aceite y sal.
Y deje ya usted de contar, que para tamaña hermosura, con esto bastará.
Hay quien le añade cebolla, buen criterio, y pa´ la olla.
Hay quien darle la vuelta no sabe, pero aprenderá, antes que acabe.
Hay quien la emborracha, y ya te digo, que no empacha.
Hay quien le pone pimiento, en casa goza de buen acogimiento.
Si cocinero eres sabrás, que nadie nace aprendido, pero aprenderás.
Bueno, después de esta tontura, que se me ocurrió al hacer la entrada, nos centraremos en la tortilla de papas, que es una referencia de nuestra cocina más tradicional, y no falta en ninguna de nuestras casas.
Las variaciones van, desde la forma de cortar las papas que puede ser en pequeños trozos o en rodajas finas, pasando por freirlas o dejarlas semi cocidas en el aceite, y terminando con el punto de cuajar el huevo y dejarlo semi líquido o totalmente cuajado.
Cada cocinero elige su forma, yo dejaré aquí la que comemos en casa : rodaja fina, semi cocida-frita y bien cuajada y nunca más de dedo y medio de gruesa.
Mis hijos cada vez que la comen, le dan las gracias a Colón, por haberse ido de viaje y traerse este maravilloso tubérculo, que tanto ha significado para el ser humano.
Y ahora vamos al lío.
Necesitaremos:
- 2 papas medianas por comensal.
- 2 huevos por comensal
- Aceite de oliva.
- Sal Marina.
La explicación va a ser un poco extensa, porque es para un novato en estos menesteres. Así que los expertos tortilleros, que pasen de largo.
Cómo hacerla:
- Una de las cosas que más preocupa al principiante es darle la vuelta a la tortilla, no hay problema, éstas de la foto son de tamaño individual. Las vamos a hacer en una sartén pequeña, tamaño huevo frito, de esta forma con un plato de tamaño postre nos será mucho más fácil darle la vuelta. Ya según cojamos experiencia, la iremos haciendo mayor.
- Vamos a pelar las papas, cortar en rodajas, no tan finas como las fritas de paquete, ese tamaño pues dos o tres veces más gruesas.
- Las lavamos bien una vez cortadas, así eliminará el almidón.
- Encendemos la freidora a la temperatura más baja, una vez lista, introducimos las papas y le ponemos la tapa a la freidora, de esta forma se nos quedarán tiernas, no queremos que se nos tuesten. Si las hacemos en sartén, pondremos un dedo de aceite y cuando estén templado las introducimos a fuego medio-bajo y las tapamos, para que se vayan cociendo-friendo. Pero siempre tenemos que tener en cuenta que no las queremos tostadas ni con color.
- Vamos pinchando con el tenedor, cuando las veamos blandas, las dejamos escurrrir en el cesto. Este paso es muy importante, tienen que quedar sin ningún aceite.
- Si vamos a añadirle algún otro ingrediente, es el momento de ir haciéndolo en otra sartén. Como las tortillas son individuales, según el gusto del comensal, añadiremos o no el ingrediente elegido: pimientos, chorizo, cebolla....
- Empezamos a batir los huevos y le añadimos sal.
- Le añadimos las papas a los huevos y las vamos a dejar un buen rato, calculo que unos quince minutos, para que la papa se empape bien, movemos el conjunto.
- Ponemos nuestras sartén al fuego, temperatura media-baja, añadimos una cta pequeña de aceite, y con ayuda del mango de la sartén, hacemos que el aceite cubra todo el fondo.
- Ahora le añadimos la mezcla, que no sea más de de dedo y medio de gruesa la cantidad que añadamos.
- Con ayuda de la paleta, vamos a aplanar las papas de la superficie, y seguidamente iremos dándole forma a los bordes de la siguiente manera: despacito y rodeando el contorno de la sartén, vamos a conseguir que nos queden esos bordes redondeados, y movemos con el mango de la sartén en forma circular para ver que la tortilla se mueve y está bien despegada.
- Cuando veamos que los bordes están cogiendo color y han cuajado, le ponemos un plato de tamaño postre a modo de tapadera y con la palma de la mano abierta sobre el plato, agarramos la sartén con firmeza y en un giro rápido, le damos la vuelta a la tortilla.
- Volvemos a dejar la sartén sobre el fuego, le añadimos nuevamente un poco de aceite y deslizamos la tortilla despacio dentro de la sartén, ayudándonos con la paleta, para que se haga por el otro lado.
- Repetimos la operación para redondear los bordes con la paleta, y cuando veamos que ya la tenemos cuajada por los bordes, la vamos pinchando con un tenedor o palillo por toda la superficie y apretando con la paleta de forma suave, de esta forma podrá respirar y si le queda huevo líquido lo sabremos.
- Cuando la hayamos cuajado, la podemos sacar de la sartén utilizando ya un plato limpio, nunca con el que hemos utilizado para darle la vuelta, pues tiene huevo crudo.
Espero que la hagais y que os guste tanto como nosotros.