Todavía me sorprendo cuando hago el lomo a la sal.
Apenas sin trabajo te comes una carne jugosa y al contrario de lo que pudiera parecer, en su punto de sal. Que conste, que yo en la cocina soy más bien sosita, pues apenas utilizo este ingrediente. El pescado queda igual de estupendo con esta técnica, ya subiré alguna entrada con una buen pieza, veréis qué cosa más rica.
En esta ocasión la he acompañado de unas Hasselbackpotatis, vamos, las de la entrada anterior, y una salsa de mostaza. Es lo que pasa con los asados, que la salsa la tienes que hacer aparte, porque obviamente en estos casos no hay jugos por ninguna parte.
Este tipo de recetas son perfectas para tenerlas preparadas con antelación, o cuando tienes mucha gente en casa para comer, pues no te da trabajo y cunde bastante.
A nosotros nos gusta comerla a temperatura ambiente y cortada en lonchas bien finas, ah, y también fría para bocadillos, que está estupenda.
Evidentemente el tiempo varía dependiendo de lo grande que sea el lomo, pero lo bueno, es que la sal nos chivará si está listo, sólo tenemos que asomarnos al horno y cuando veamos la sal resquebrajada, abrimos y listo para sacar. Lo dejamos templar un poco y la sal que se habrá hecho un bloque, la vamos quitando con cuidado. Con un paño o papel de cocina le terminamos de sacudir la sal que se haya podido quedar pegada a la carne y lo dejamos enfriar para cortarlo en lonchas finas.
En este caso y como iba a acompañarlo de salsa y las papitas ya tenían sus hierbas, no he querido añadirle nada más, pero antes de taparlo con la sal y llevarlo al horno, podemos añadir nuestras hierbas y especias favoritas.
Y ahora vamos al lío.
Necesitaremos:
- Un lomo limpio. En este caso pesaba 1.800 grs.
- Un poco menos de sal marina: 1500 grs. A ser posible la sal que sea lo más natural posible, fuera los antiaglomerantes.
- 2 claras de huevo.
- Precalentamos el horno a 250º. Ya que al abrir la puerta para introducir el lomo perderá temperatura.
- En una bandeja apta para horno, hacemos una cama de un dedo de grosor de sal gorda.
- Colocamos el lomo encima, si queremos añadirle pimienta, orégano, tomillo, romero, pimentón o alguna especia, será el momento.
- Batimos las dos claras de huevo y se la añadimos al resto de la sal, que se humedecerá levemente y nos resultará más fácil cubrir de esta forma el lomo, sobre todo por los bordes y los extremos, es por donde nos puede dar un poco la lata.
- Presionamos bien con las manos para ver que se haya quedado envuelto en la sal y lo llevamos al horno.
- Colocamos la bandeja a media altura, calor arriba y abajo y ahora lo regulamos a 200º.
- Calculamos unos 45 minutos por kilo de lomo, pero en realidad, cuando veamos que la sal está resquebrajada, podemos sacar el lomo.
- Veremos en algunos casos, que el lomo ha menguado del tamaño original y que la cama se le ha quedado un poco grande, es normal, la carne pierde agua durante el asado.
- Y ya sólo nos queda retirarle la sal, esperar a que esté frío y consumirlo como más nos guste, siempre hago para que sobre, porque los bocadillos están de miedo.
Tan fácil como poner, 300 mls. de nata de cocinar a calentar, sin que llegue a hervir, le añadimos 2 cucharadas de mostaza y un poco de sal, retiramos del fuego, movemos la salsa con unas varillas para que se ligue bien y lista nuestra salsa. Rápida, sabrosa y perfecta compañera de este lomo.
Ahora sólo nos queda sentarnos a la mesa a disfrutar de este plato, y repetir.....si nos dejan.
Espero que os animéis a hacerlo y que os guste tanto como a nosotros.