Ya sé que con esta receta no descubro la pólvora, pero sé también que mucha gente no consume aguacate de forma habitual, bien porque no lo suelen traer a sus comercios habituales o porque no tienen costumbre de introducirlo en su dieta diaria. Y desde aquí quiero dejar constancia de esta maravilla de la naturaleza que nos aporta grasas insaturadas, es bueno para la diabetes y el colesterol, una gran fuente de Vitamina E y potasio, y rico en fibra soluble.
Así que animaros, probadlo y ya me diréis qué os parece, para mí es una exquisitez.
NECESITAREMOS ( por comensal ) :
- 3 rebanadas de pan de molde sin cortezas. Eso si utilizamos pan del comprado, porque si es casero, os aseguro que con 2 rebanadas tendremos más que de sobra.
- 1/2 aguacate.
- Mayonesa, si es casera mejor.
- 1/2 tomate en rodajas muy finas.
- 1 lata de atún.
- Pelamos y partimos en rodajas finas el tomate.
- Abrimos por la mitad el aguacate y utilizamos la parte que se ha quedado con el hueco del hueso, la otra mitad bien tapada con papel film y su hueso, la llevamos a la nevera. Partimos la parte que vamos a utilizar en rodajas finas.
- Tostamos las rebanadas de pan, una de ellas la tostamos más que las otras dos, es la que pondremos en el centro del sandwich, para que quede más crujiente.
- Escurrimos el atún de la lata, que quede bien seco.
- Y empezamos el montaje: untamos la rebanada de pan con mayonesa, disponemos aguacate, tomate y atún, tapamos con la rebanada más tostada untada en mayonesa por las dos caras, volvemos a colocar más rodajas de tomate, atún y aguacate y tapamos de nuevo.
- Presionamos un poco sobre el sandwich.
- Lo cortamos como más nos guste, y servimos.
Sólo nos queda oir : - " ummm, qué rico "
- La piel no debe estar dañada.
- Si presionamos la piel con el dedo, debemos hundirlo un poco, esto nos dará idea de la maduración del aguacate. Querrá decir que estará para consumirlo hoy o mañana.
- Si al apretar se nos hunde mucho la piel hacia dentro, es que está pasado, sueltalo y sigue probando otros.
- En caso de que esté demasiado duro, creedme si os digo que es como querer apretar una piedra, si no necesitas consumirlo en unos días, puedes comprarlo y que termine de madurar en casa, siempre fuera de la nevera, a temperatura ambiente en el frutero es lo mejor. Y si le colocas al lado una manzana o un platano, el proceso de maduración se acelerará.
- Una vez abierto, envuelvelo bien en papel film, para evitar la oxidación, si lo guardamos con el hueso, evitaremos que haya más parte de la carne expuesta al exterior, el propio hueso le sirve de protección a esa parte que cubre. Le podemos poner unas gotitas de limón para que no ennegrezca al resto.
- En caso que se oxide, no pasa nada, con cortar con un cuchillo la parte oxidada, listo para consumir el resto.
- En casa siempre compramos con distintos grados de maduración, así nos da tiempo a gastar unos y que los otros vayan cogiendo su punto idoneo de maduración.