Esta salsa de acompañamiento es de las más conocidas y utilizadas en la cocina canaria. De todos los mojos que hemos probado en casa, éste es el que más nos gusta. Sirve para acompañar papas, carnes y en fín todo lo que se nos ocurra. A mí con queso asado me encanta, pero cada uno que le eche imaginación, pues en casa se lo ponen hasta en la sopa del cocido.
Ingredientes:
6 dientes de ajo.
2 cucharaditas de comino molido.
4 rebanadas finas de pan frito. (Opcional,ver nota**)El pan debe quedar claro, pues si nos pasamos de frito, además de aportarle amargor al mojo, lo oscurece mucho.
200 grs de aceite de girasol
50 grs de aceite de oliva virgen extra
125 grs de vinagre suave blanco. No sirve el de Jerez ni el de vino tinto, pues es muy fuerte.
2 cucharaditas de orégano.
1 cucharadita de sal.
1 cucharadita de pimentón dulce de buena calidad. Pero que no sea ahumado.
5 pimientas rojas secas que se dejan en remojo con vinagre y agua para que se hinchen (pimientas piconas de canarias) o también se pueden utilizar guindillas. El número depende de lo picante que nos guste la salsa.
Modo de hacerlo:
Freímos el pan con cuidado, que quede clarito.
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora, incluido el pan frito.
Cuando está bien batido, lo dejamos a temperatura ambiente y después lo llevamos a la nevera en un bote bien cerrado.
Cuando lo vayamos a consumir, tendremos que moverlo, pues el aceite tiende a subir.
Tenemos la costumbre de utilizar cucharas de madera para servirlo, es mejor no mojar metal en la salsa para conservarla en condiciones óptimas por más tiempo.
Aguanta semanas sin problemas.
**Nota: con el tiempo, mi hija probó un día a hacer el mojo sin el pan y cambiar la forma de hacerlo, que es la siguiente: poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora y añadir el aceite poco a poco mientras se bate, como si fuese mayonesa. De esta forma, queda emulsionada la mezcla, espesa ...una verdadera maravilla.
