Desde pequeña, uno de los típicos dulces de las fiestas de Navidad, que más me gustaban eran las hojaldrinas.
En casa siempre se compró de una misma marca, Mata , y es un sabor que se te queda en la memoria.Hace años que vengo viendo en los blogs la confección de dulces navideños hechos en casa, pero hasta este, no me he atrevido con los polvorones, y en esta ocasión le ha tocado el turno a las hojaldrinas.
Cualquier comparación es odiosa, eso me dijeron siempre, y desde luego las que he comido industriales para mí son las mejores, igual no debería decir esto siendo un blog de cocina, aunque es la verdad, pero añado también que éstas no le desmerecen en sabor y textura.
Me han resultado más difíciles de lo que me esperaba, en casi todos los blogs que he consultado he visto paso a paso la elaboración y se veía sencilla, pero la práctica en muchas ocasiones dista bastante de la teoría. La cocina no es una ciencia exacta, y cualquier cambio en los ingredientes, tiempos y hornos, nos puede hacer llegar al éxito total o al fracaso más estrepitoso.
No es el segundo caso lo que me ha ocurrido en esta ocasión, de lo cual me alegro, pero creo que si no hubiera tenido un poco de experiencia, me habría sido imposible sacar la receta adelante, pues la masa me ha resultado dificilmente manejable. Las originales son de forma rectangular, pero con los moldes que tengo me parecía un despilfarro comprar más, así que he utilizado los que tenía por casa.
Merece la pena hacerlas, están muy ricas de verdad, tengo que confesar que más de lo que esperaba, y poco a poco voy completando mis bandejas de dulces caseros, y guardándolas para los días que llegan.
En la red, la receta se repite una y otra vez con los mismos ingredientes, aquí dejo los que he utilizado yo.
- 650 grs de harina. La receta original indica 600 pero tuve que añadir 50 más para poder manejarla mejor.
- 400 grs de manteca de cerdo.
- Ralladura de 3 naranjas.
- 50 mls de zumo de naranja.
- 50 mls de vino dulce o blanco. He utilizado un vino dulce Málaga.
- Azúcar glas para espolvorear.
- Unimos todos los ingredientes y amasamos, recomiendo poneros guantes de goma en caso de no utilizar ningún aparatejo.
- Una vez amasada, formamos una bola y la llevamos a la nevera, como mínimo una hora.
- Pasada la hora, la extendemos. Para hacer más cómodo este paso, puse la masa entre dos plásticos, para poder despegarla mejor de la base y porque el rodillo se me quedaba manchado de la masa. Ahora sí, la vamos cortando con mayor facilidad.
- Calentamos el horno a 200º, durante media hora, preparamos la bandeja del horno con papel de hornear y vamos colocando las hojaldrinas, un poco separadas, pues crecen una vez que se están cociendo.
- Disponemos todas las que nos quepan y el resto de la masa, la llevamos de nuevo a la nevera, para que no se caliente y cuando terminen de hornearse, extendereremos de nuevo la masa y repetiremos el proceso de horneado.
- Calor arriba y abajo, media altura y 30 minutos a 180º harán que nuestros pasteles queden en su punto. Pero cada uno conoce su horno, así que vigilad el vuestro.
- Cuando las saquemos, las dejamos unos minutos para poderlas coger sin quemarnos y las dejamos en una rejilla hasta que se han enfriado del todo.
- Ponemos un plato con azúcar glas tamizado, y vamos pasando nuestros pastelitos.
- No comerlas hasta que estén frías del todo.
Aguantan bien, guardadas en una bandeja unos cuantos días, y al día siguiente están mejor que recién hechas.
Tengo que decir que me decidí a hacerlas cuando las vi en el blog de Ana, para mí uno de los mejores que anda por este mundillo bloguero, seguro que todos los que me visitáis conocéis Cocinando entre olivos, recuerdo hace años cuando la visitaba, yo no tenía blog ni pensamiento de hacer uno, y me daba una verdadera envidia todo lo que veía en el suyo. Ana es toda amabilidad, cualidad que le honra, pues ya os digo es que una de las Grandes.
Aunque no me ajusté exactamente a su receta, me pareció mejor incluir la manteca de cerdo en vez de la mantequilla, pero es que es difícil seguir una receta al pie de la letra, vosotros me entendéis.