Estos pastelitos estan buenísimos, se hacen en media hora, si tienes invitados a comer como broche final, o para tomar un café a media tarde, o para llevar a una reunión; tú quedas como una reina y casi sin despeinarte.
Los puedes tener preparados con un día de antelación y así no tienes que estar preocupándote del postre y puedes centrarte en la comida y los invitados con más tranquilidad.
No se puede pedir más en una sola receta, bueno sí, que nos dejen por lo menos uno en la bandeja para poder probarlo. En casa es darse la media vuelta, y zasss, te quedaste sin nada.
Espero que os guste tanto como a los de casa.
Necesitaremos: ( para quince hojaldritos de bocado)
- Media plancha de hojaldre, ya sabéis que siempre utilizo la del Lidl.
- 1 sobre de azúcar vainillado para espolvorear sobre el hojaldre una vez extendido.
- 200 mls de nata para montar.
- Brillo pastelero (receta aquí) para pintar.
- 1 huevo para pintar.
- 3 ctas de azúcar glass para montar la nata.
- Azúcar glass para espolvorearlos o si preferimos puede ser coco rallado también. Yo he puesto azúcar en esta ocasión.
- Encendemos el horno al máximo, para que vaya calentando.
- Metemos la nata en el congelador para que esté bien fría y monte mejor.
- Extendemos la masa de hojaldre, sólo he utilizado la mitad, vosotros ajustad cantidades según necesitéis. Yo calculo tres por comensal.
- Espolvoreamos el azúcar vainillado por encima del hojaldre.
- Cortamos la mitad de la lámina en treinta cuadrados, son pequeños, justo para poder comernos uno de un bocado.
- Montamos un cuadrado encima de otro,así nos quedarán más altos y podremos dividirlos por la mitad sin ninguna dificultad para rellenarlos.
- Los pintamos con el huevo bien batido.
- Llevamos al horno, durante unos veinte minutos, calor arriba y abajo, media altura a 200º.
- Una vez hechos los ponemos a enfriar en una rejilla.
- Mientras, montamos la nata, le añadimos azúcar glass cuando esté a medio montar.Probamos de azúcar y si nos parece que necesita más le añadimos al gusto.
- Ahora los pintamos con el brillo pastelero.
- Dejamos que se sequen un poco y los abrimos por la mitad, no importa si alguno se ha torcido o salido más feo al cocerse la masa, pues como son para relleno, rectificamos esto al rellenarlos.
- Le ponemos una cantidad generosa de nata montada, y cerramos con la parte de arriba.
- Espolvoreamos con azúcar glass.
- Los llevamos a la nevera hasta el momento de tomarlos.
¿A que quedan bonitos? pues más buenos están.