Hace unos días descubrí esta maravillosa salsa romana y como hoy tocaba pasta, vino todo rodado y decidí que iba a ser la protagonista de nuestro plato de ñoquis.
Me encanta el nombre que tiene : "Arrabbiata", tiene fuerza, personalidad y suena pasional ¿o no? y además te deja con la boca abierta....por lo del pique digo, porque como su nombre me sugiere, es rabiosa por picante y por sabrosa {aunque el punto de pique lo eliges tú, faltaría más}.
Al ser una receta clásica, existen mil versiones, pero yo me quedo con la de TITO, el salsero más molón y dicharachero de todo este mundillo bloguero. No hará falta que os diga donde encontrarlo, pero por si alguien anda despistad@ y no ha tenido la gran suerte de tropezarse con él, AQUÍ y AQUÍ os lo dejo, para que vayáis haciendo boca. Gracias Tito, y un besiño como diría este galleguiño, más salao que todas las cosas.
Y ahora vamos con la receta, que más fácil no puede ser.
NECESITAREMOS
CÓMO LA HAREMOS:
- Calentamos el aceite en una sartén y añadimos los ajos y las guindillas, todo picado finamente. Si quieres que pique menos, deja algunas sin partir y quitales las semillas.
- Cuando han tomado un poco de color, llega el turno del tomate, también se lo añadimos picado en trozos pequeños.
- Agregamos la sal y lo dejamos a fuego medio hasta ver que el tomate ha evaporado el agua y se ha hecho una salsa, entre veinte minutos y media hora, depende de la cantidad de agua que tengan los tomates.
- Añadimos el perejil fresco picado, movemos para integrarlo, y lista para servir.
Hoy tenía preparado unos ñoquis caseros, así que no había mejor proposición para utilizar la rica salsa recién hecha, de verdad no sabéis lo que he podido disfrutar ese plato.
¿ No os parece que tiene una pinta riquísima?
La receta de los Ñoquis las podéis ver AQUÍ y AQUÍ
Espero que os animéis con la Arrabbiata, si os gusta el picante, porque os va a encantar.
Esta Arrabbiata marcará un antes y un después en nuestros platos de pasta.