Tradicional a más no poder es este postre de cuchara. Uno de mis preferidos, junto con las manzanas asadas.
Es curioso, porque este plato tan conocido en nuestras cocinas, tiene su origen en Asia, y ya sabemos que como la gente, a lo largo de la historia se mueve más que Él Correcaminos, la receta llegó tanto aquí, como a iberoamérica y a los países nórdicos y anglosajones. Evidentemente cada país, tienen su forma de cocinarlo.
Hoy lo vamos a hacer de forma tradicional, despacio, a fuego bajo y cuidándolo con mimo, para comernos un postre meloso, rico, inigualable. Y mientras le doy vueltas, recuerdo una canción que cantábamos en el recreo para saltar a la comba donde la letra, que no tenía mucha lógica, decía algo así ¿ os acordáis ?
Arroz con leche
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás,
que sepa tejer
que sepa bordar
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar....
A mí me enseñó a cocinarlo mi tía, y siempre me preguntaba : niña ¿cómo lo quieres hoy? por si me apetecía más caldoso, o más seco. Ya nadie me lo pregunta, pero siempre me acuerdo de ella cuando lo hago, y dependiendo del día, lo dejo más caldoso o más seco, porque no siempre te apetece lo mismo de la misma forma.
Y ahora vamos a hacerlo, veréis qué fácil.
Necesitaremos: (para 4 raciones)
- 750 grs de leche entera. Igual necesitamos algo más si lo vemos muy seco.
- 6 cdas. de sirope de ágave o 110 grs de azúcar.
- Cáscara de un limón, sin la parte blanca, esto es importante, es impresionante como amarga cuando la cueces, y el desagradable sabor que te puede dejar en el postre.
- 1 rama de canela.
- 120 grs de arroz, que sea de grano redondo y de buena calidad.
- Canela molida para adornar, al gusto.
- Lavamos bien el arroz.
- Ponemos en una olla profunda la leche, la cáscara de limón y la canela. Llevamos a fuego mínimo, y lo movemos de vez en cuando, hasta que esté a punto de hervir.
- Ahora añadimos el arroz, seguimos con el fuego mínimo, y movemos constantemente, porque la leche se puede agarrar al fondo de la olla y nos arruinaría el postre.
- En este proceso, tardaremos un buen rato, para que el arroz vaya cogiendo todos los sabores y haciéndose poco a poco. He tardado unos cincuenta minutos.
- Cuando veamos que el arroz está blando, apartamos del fuego,añadimos el sirope o el azúcar y retiramos la cáscara de limón y la rama de canela. Si vemos que está demasiado seco, le añadimos una poca leche templada, pero poca. Pues al estar caliente, ya sabemos, que el arroz sigue absorbiendo líquido.
- Y ya sólo nos queda repartirlo en cuencos individuales, o dejarlo en una fuente grande, adornarlo con canela molida y esperar a que esté frío para comerlo.