La primera vez que hice una mousse de chocolate fue como postre de una comida familiar, yo era una adolescente haciendo sus primeros pinitos en la cocina y terminó siendo un desastre.
Aquella experiencia me dejó sin ganas de repetir, pero me sirvió para comprobar que tengo una familia de lo más educada, pues se lo comieron sin rechistar y algunos hasta eran capaces de sonreir entre cucharada y cucharada, pobres primos.
Es un postre que me encanta, de hecho lo he pedido siempre que se me ha presentado la oportunidad, como broche a la comida en restaurantes, pero nunca lo volví a hacer casero.
El otro día lo ví en el blog de Carolina : Tomillo, laurel y otras cosas de comer , seguro que muchos de vosotros lo conocéis, y si no, daros una vuelta por allí, que tiene cosas realmente ricas.
Tras ver esa mousse, pensé que ya era hora de hacerlo en casa y superar que no todo sale a la primera, y menos en la cocina, pero que se puede seguir intentado. El resultado, juzquen ustedes mismos.
Es un postre muy lucido, y si desde luego te gusta el chocolate, te va a encantar. De momento es una de las mousses más ricas que he comido, aunque tengo anotadas otras que me gustaría probar, se hace en diez minutos y es un postre estupendo para completar una comida un tanto especial.
Ahora vamos al lío.
Necesitarémos:
- 4 huevos.
- 175 gramos de chocolate negro para fundir.
- 30 grs de mantequilla.
- 80 grs de azúcar (yo no le he puesto nada más que 25grs).
- Vamos a poner el chocolate y la mantequilla a derretir al baño maría.
- Una vez derretido, lo movemos para unirlos bien y le añadimos el azúcar. Removemos también para que quede bien integrada. Dejar templar.
- Tenemos que separar las claras de las yemas, tengo un sistema muy fácil, ponemos el huevo en un plato, utilizamos un vaso pequeño para ponerlo sobre la yema y de esta forma vertemos la clara donde vayamos a batirla y no corremos el riesgo de que se nos rompa la yema, porque la tendremos aislada con ayuda del vaso.
- Las yemas las batimos ligeramente y se las añadimos poco a poco al chocolate fundido con la mantequilla.
- Las claras las batimos para montarlas, si lo hacemos con las barillas eléctricas mucho más rápido y cómodo.
- Las claras tenemos que montarlas hasta que nos queden bien firmes, tanto como para poder poner boca a bajo el plato y que no se nos caiga.
- Ahora le vamos incorporando el chocolate poco a poco y con movimientos envolventes a las claras y cuando tengamos todo bien unido, es el momento de distribuirlo en los cuencos o copas elegidos y lo llevamos a la nevera como mínimo dos horas, si es de un día para otro mejor.
- Antes de llevar este postre a la nevera es mejor taparlo con papel plástico, para evitar que pueda contagiarse con otros olores.
Y ya tenemos lista nuestra mousse, yo la hice por la mañana y al medio día estaba perfecta.Gracias Carolina, por quitarme el miedo a algo tan fácil y tan gratificante como es esta maravilla chocolatera.
