Esta ensalada siempre la hicieron en casa mientras duraba el invierno, me imagino que sería por los ingredientes que llevaba, aunque hoy en día podemos disfrutar de casi todas las frutas y verduras de forma atemporal, hace años sí que se hacía una verdadera cocina de temporada.
De pequeña me llamaba la atención cómo la remolacha manchaba todo lo que se pusiese por delante, y cómo teñía caprichosamente al resto de los compañeros de ensalada cuando los revolvías en tu plato, después la salsita para mojar siempre te la comías con ese color tan característico, aunque no quedase remolacha, ya había dejado su huella.
El contraste con la naranja, es fantástico, y particularme os la recomiendo. No me digáis que no es una ensalada super moderna para llevar en casa más de cuarenta años. Hoy la hemos comido después de tiempo sin tomarla, y me ha estado más rica si cabe, algunas veces los recuerdos, también difuminan los sabores.
Y ahora vamos al lío.
Necesitaremos: (por persona, una ensalada como la de la foto)
- Lechuga, 4 hojas tiernas.
- Tomate, 1/4.
- Cebolla fresca, 1/4.
- Naranja, 1.
- Remolacha cocida,1/4
- Aceite virgen extra, vinagre y sal.
- Cocemos la remolacha entera en abundante agua, tardará una media hora, iremos pinchando y cuando veamos que está blanda la dejamos enfriar dentro del agua de cocción. No tiene nada que ver la textura y el sabor con las que venden ya cocidas, ni punto de comparación.
- Dejamos enfriar la remolacha, y para manipularla utilizaremos guantes, la pelamos y cortamos en rodajas, que iremos partiendo por la mitad.
- Pelaremos la naranja a lo vivo, y después iremos cortándola en forma de gajos.
- La cebolleta la cortamos en tiritas finas.
- El tomate lo pelamos y lo partimos en rodajas.
- La lechuga la partimos en trozos pequeños.
- Ponemos una cama de lechuga, y distribuimos armoniosamente el resto de los ingredientes sobre ella, para hacer una ensalada atractiva.
- Aderezamos una vez en la mesa.
- Si la tenemos hecha con antelación, la sacaremos al menos media hora antes del frigo, para que el frío no reste sabor.
Lista para comer, espero que os guste tanto como a nosotros.