6 de febrero de 2017

English Muffins



¿En que se parecen un huevo y una castaña? . . . en nada
¿En que se parecen los Muffins Ingleses a los Americanos? en nada al cuadrado.

Aunque al oír la palabra Muffin, enseguida tiendes a pensar en una preparación dulce, con forma de magdalena grandota {y si es de chocolate y con chips de chocolate mejor} pero no, esos son los americanos y hoy traigo los de otro Continente, otro País y otra Cultura: Los Muffins ingleses. Nada tienen que ver con los anteriores, y me gustan a rabiar.

Los conocí en Londres, en una cafetería que había frente a la Estación Victoria y fue mi comida de media mañana en muchísimas ocasiones. Al salir de clase, iba con una compañera a tomarnos un té o café antes de coger el tren y proseguir con nuestros destinos, y así los descubrimos. Después de aquello me fijé que los vendían hasta en las panaderías de los super, pero los más deliciosos sin duda son los que hacía Emma, la abuela materna de la familia con la que vivía. Los Miércoles venía a pasar el día para estar con los nietos y se metía en la cocina. Hacía cosas bien ricas, entre ellas los muffins. Y en cuanto descubrí que la costumbre era inamovible, ese día al salir de clase, me iba derechita a casa jaja, había que aprovechar. Otro día te traeré la tarta de chocolate que horneaba, para caerse de espaldas.
         

Penita de no encontrar su receta por ningún sitio, y mira que he rebuscado en todos los cuadernos de aquella época, pero no ha habido suerte. Así que me he ido a la página de la BBC ¿habrá algo más british? y la he copiado sin pensarlo. La receta es de un maestro panadero llamado Paul Hollywood. Por lo que he leído de él, debe ser como Xabier Barriga, pero en versión inglesa.

Te aseguro que he viajado en el tiempo, qué ricos están y cómo los he disfrutado. Eso si, como los quieras para el desayuno del fin de semana; o te levantas pronto como las gallinas o los tomas en el aperitivo, merienda o cena, porque necesitan reposo para que la masa leve; no deja de ser un pan. Lo más divertido, que se hacen en una sartén en apenas quince minutos, y que del horno en esta ocasión nos olvidamos. Lo segundo más divertido, es la característica forma de abrirlos.



Son tan fáciles de elaborar, que aunque tú, si tú, no mires para otra parte, no tengas ningún tipo de experiencia con las masas te saldrán perfectos a la primera.
Ahora solamente queda mientras te los comes, cerrar los ojos y pensar que estás en alguna cafetería inglesa ¿te parece bien en el Espresso Bar, de la National Gallery? ojalá.



 {Más o menos 10 Muffins}

300 grs Harina de Trigo
6 grs Levadura seca de panadero
6 grs de sal marina
15 grs Azúcar Moreno  (yo de Abedul)
15 grs Mantequilla blanda cortada en trozos (yo casera)
1 Huevo ligeramente batido
170 ml de Leche entera (yo suero de mantequilla y con 150 grs fue suficiente)
15 grs Sémola para espolvorear la superficie de trabajo




* Pondremos todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora, empezando por los líquidos y siguiendo con los secos. El último en añadir, que sea la sal.
* Seleccionamos el programa de quince minutos, que solamante amasa. Cuando veamos que los ingredientes se han mezclado (tardará unos tres minutos) apagamos la pani y dejamos reposar diez minutos.
* Volvemos a conectar la máquina, y amasamos hasta ver la masa lisa. Diez minutos más.
* Dejé reposando dentro de la cubeta para que doblara volumen. Puedes también pasarla a un cuenco aceitado, y lo tapas.
* Si haces la masa a mano, sigue los mismos pasos y con los periodos de descanso, tardarás el mismo tiempo.
*Para acelerar el proceso de levado, puedes introducir la masa en el horno apagado, después de haberlo calentado a 50º. Cuidado de no subir de esa temperatura porque la levadura moriría.
* Una vez la masa ha doblado su volumen, la dejamos sobre la encimera. Tardó 1 hora en levar dentro del horno . . . hacía frío ese día.
* Antes de aplanarla, espolvoreamos sémola sobre la superficie de trabajo.
* La masa es blanda, así que mejor te enharinas las manos para manejarla sin que se te pegue.
* También pondremos sémola sobre la parte superior de la masa.
* Aplanamos con el rodillo, dejando la masa con un grosor de 1.5 o 2 cms.
* Cortamos los muffins con un cortapastas o el filo de un vaso. Los míos eran o muy grandes o muy pequeños, así que lo hice con un vaso de los de agua.
* Los recortes que quedan, los vuelves a amasar y repites la operación.
* Déjalos descansar sobre una media hora, no se trata de doblar volumen, pero si de que vuelvan a crecer algo más y la masa se relaje.
* Calentamos una sartén de hierro, antiadherente, o de fondo grueso y colocamos nuestra primera tanda de muffins.
* El calor tendrás que acomodarlo según la fuerza de tu cocina, pero del 1 al 9 de mi vitro, los hice al 3.
* Tienes que taparlos y pasados unos 3-4 minutos vigilar para ver cómo van de tostados. La tapa tiene que ser abombada, si lo haces con una tapaderla plana, no tendrán espacio para crecer a lo alto.
* Cuando veas que ya están tostándose por un lado, dales la vuelta. Comprobarás que mientras van cocinándose el volumen ha crecido considerablemente.

 La primera tanda, guárdala caliente entre dos paños hasta que hayas terminado de hacer todos para poder servirlos.


Son unos panecillos deliciosos y esponjosos, que según cuenta el clamor popular, lo creó al calor de los fogones y sobre una plancha de hierro, un inglés que había emigrado E.E.U.U.


* Recién hechos están soberbios, pero si te sobran, los pasas ligeramente por la tostadora y volverán a estar tiernísimos.
* Mientras los comía, me recordaron a nuestros molletes, de hecho cuando hago molletes y me queda alguna pieza después de formarla, que no cabe en la bandeja del horno, una vez levada la hago en una sartén y queda también riquísimo.
* No dejan de ser unos panes de leche, y aguantan rellenos tanto dulces como salados. En casa además de comerlos con mantequilla, mermelada o miel, yo que soy de desayunos salados los rellené con queso de kéfir y rodajas de tomate.
* La forma correcta de abrir los muffins por la mitad es con un tenedor, que vas clavando mientras los rodeas totalmente. De esa forma la miga queda al descubierto de forma más irregular y la mantequilla no se deliza, sino que penetra en el panecillo con mayor facilidad. Pero vamos, que si lo partes con un cuchillo de sierra, tampoco notarás una gran diferencia (ahora viene la colleja del purista, lo sé).


Eso es todo por hoy, nos vemos en unos días.
Espero que hasta entonces sea feliz.