16 de enero de 2017

Mediasnoches


Las Mediasnoches están buenísimas y saben a fiesta.

En mi época infantil era impensable un cumpleaños sin que estuvieran presentes. Eran el plato estrella del momento. Por supuesto el cumple se celebraba en casa; la posibilidad de festejarlo en los McDonal´s ® o en un parque de bolas no existía; eso llegaría bastante tiempo después. Nada más típico de la época, que preparar bandejas de variados rellenos. Primaban las de jamón de York con mantequilla, las de chorizo Revilla ® y las de paté (aunque decíamos foagrás) La Piara ®. Las dulces iban rellenas de Nocilla ®, y volaban por encanto. Los sandwiches repetían relleno.

Para beber, imprescindibles los refrescos de Coca cola ®, Fanta o Mirinda ® (todo un dilema) de naranja y limón. Aunque la madre de mi amiga Mariola siempre ponía La Casera ® porque según nos decía, era más sana por no tener cafeína (cosa que nos sonaba a chino y nos importaba un pepino). Por supuesto también había que tener batidos, pues había madres que no dejaban a sus criaturas beber gas. Esos venían en botellas de litro y cristal, que había que agitar antes de abrir porque el cacao se había ido al fondo. Tampoco se había inventado el tetra brik.®

Las tartas de mis cumples las compraban. Mi madre por aquella época no conocía la de galletas y la única que hacía con maestría era la de manzana. Como consideraba que no era una tarta apropiada para un cumpleaños de niños, aunque era una de mis preferidas, siempre la encargaba en un obrador de confianza que había cerca de casa.

Después de la fiesta, lo peor era ayudar a recoger el campo de batalla y lo mejor, que siempre sobraban cosas; y eso nos encantaba. Se tapaban cuidadosamente con un paño (el papel film tampoco se conocía) las mediasnoches, los sandwiches, y la tarta con su caja. Se llevaba todo al frigo y ala . . . a comerlos en las siguientes meriendas, ya tostados, hasta que acabábamos con las existencias.

Paro de contar batallitas de los años de "Cuéntame" o del Jurassic Park, según la edad que tengas.



Después de tanto recordar, te confieso que hoy siguen siendo una de mis debilidades y las considero un bocado exquisito, pero que soy una pejiguera de cuidado para encontrar una buena medianoche, créeme, no es fácil. No sólo me fijo en la textura: tierna y esponjosa; sino en la forma, me gustan alargadas y en pocos sitios las elaboran así; y el tamaño, que suelen ser exageradas y las prefiero de bocado. No me interesan las que tienen marcas de haberse besado en el horno. Tampoco elijo las de color oscuro. Ante tanto requisito, las hago en casa y me quedo más a gusto.

Parece ser que el nombre les viene dado porque en los saraos (fiestas o juergas nocturnas) y pasadas unas horas después de la cena, se ofrecían a los invitados bandejas de panecillos dulces con rellenos salados para poder seguir con el jolgorío. Como ocurría tarde, ya bien entrada la noche, se le atribuyó el nombre a este tipo de preparaciones, fáciles y rápidas de comer entre los asistentes.

Aunque todavía estés pensando que las Mediasnoches son un bocado decadente, no dejaré de reclamar su presencia en la mesa.

{24 Mediasnoches de 25 grs}

300 grs Harina de fuerza
40 grs Azúcar
2 Huevos
85 grs Suero de mantequilla ó Leche entera
15 grs Levadura fresca panadero {5 grs seca}
2 ctas Agua de Azahar
1 Pizca de Sal Marina
1 Huevo batido para pincelar




- Coloca todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora, selecciona el programa de amasar que dura 15 minutos.
- Una vez terminado, saca la masa y déjala reposar hasta que doble volumen. Como el día estaba nublado y hacía frío, tardó 2 horas y media.

- Divide la masa en porciones de 25 grs.
- Después, dale forma de bolas.
 - Precalienta el horno  a 250º.
 - Hazlas rodar por la encimera para dejar las mediasnoches de forma alargada, como si fuesen un cigarro.
- Ve colocándolas con una buena separación entre ellas sobre la bandeja del horno. Utiliza papel encerado. Deja que doblen volumen de nuevo y fuera de corrientes. Tardaron poco más de una hora.
 - Una vez levadas, pincela con  un huevo batido.
 - Baja el horno a 210º y hornealas durante 5 o 6 minutos.
 - Sácalas del horno y deja templar sobre una rejilla.

 Listas para rellenar.



Mis preferidas siguen siendo las que van con mantequilla y jamón York, sin queso. Pero tú, rellénalas de lo que prefieras, que la imaginación es la reina sin alas dentro de nuestras cocinas.




   

- La imagen de arriba es para enseñarte el agua de azahar que más me gusta, y dura bastante pues la cantidad que se utiliza no es mucha para las recetas.
- Fíjate el tamaño que tienen las mediasnoches antes de entrar al horno, son perfectas para dos bocados.
-  Utilizo suero de mantequilla si tengo a mano para la elaboración. Sigo haciendo mantequilla casi todas las semanas y tenía reservado el suero para hacerlas.Tanto los bizcochos como los panes dulces, me gustan muchísimo cómo quedan.
- No todas las harinas son iguales, quizás necesites añadir algo más a medida que amasas, pero hazlo de cucharada en cucharada. Algunas veces he necesitado hasta 50 grs más de harina.
-  Ten cuidado de no hornearlas más de la cuenta, este tipo de panes enseguida se resecan.
-  Aún templadas las guardas en una bolsa de plástico para mantenerlas jugosas y blandas.
- Congelan perfectamente, con sacarlas media hora antes, tienes suficiente.

 
 ¡¡¡ Qué ricas estaban y lo poco que duraron !!!


Nos vemos en unos días.
Espero que seas feliz, o al menos lo intentes.